Políticas

8/10/1998|603

Duhalde, un agente de la Sociedad Rural

Un reciente pedido efectuado por diputados de la Comisión de Finanzas al Banco Nación para que suspendiera la ejecución de los productores agropecuarios que se encuentran en mora con el pago de sus deudas, pone al desnudo el verdadero rol de ese banco tan defendido por los seudonacionalistas, como el papel de Duhalde en la defensa de la oligarquía bonaerense.


Es que, ante un pedido de informes de la Comisión, el Banco informó que más de la mitad de los créditos morosos, por un total de 800 millones de dólares, corresponden a 560 deudores que tienen préstamos de hasta un millón de pesos (Ambito, 25/9). Pero las ejecuciones por incumplimiento de pago se han dado en un 60% en la tres categorías de deudores más pequeños, o sea los 30.000 productores que, de acuerdo con los funcionarios del Banco, deben desde menos de 10.000 hasta 100.000 pesos. Es decir que el Banco Nación es una tesorería gratuita de los latifundistas y un activo protagonista en la ola de pedidos de quiebras que afecta a la pequeña producción. Hay ‘comunistas’ (Ptp y PC), sin embargo, que salen a ‘abrazar’ al Banco Nación, para lo cual usan, como pretexto, la presión que ejerce la banca internacional para que sea privatizado. Se establece de este modo un frente político contra la banca extranjera, de un lado, y contra la clase media agraria, del otro, con la obvia salvedad de que, más tarde o temprano y de una u otra forma, la oligarquía acabará entendiéndose con la banca extranjera, como ya ha ocurrido con la entrega de los bancos privados nacionales. En lugar de este frente único entre la oligarquía y los nacional-comunistas, es necesario un frente entre la clase obrera y la pequeña burguesía agraria contra el imperialismo y la oligarquía argentina a la vez. El programa de este frente es la expropiación de la oligarquía, la apertura de los libros del Banco y su control por parte de la clase obrera.


El reclamo de los diputados al Banco Nación no hace ninguna discriminación entre chacareros y latifundistas, de modo que la solicitud de mora se transforma en un subsidio de los contribuyentes en beneficio de la oligarquía. Pero no todos los diputados coincidieron en el planteo;Rodolfo Frigeri, vocero económico de primera línea de Duhalde, se opuso a la posibilidad de que el Congreso sancione una ley de moratoria, aún a sabiendas de que esa moratoria ya está rigiendo para los deudores más grandes.


La conducta de Frigeri no debería sorprender, dado que ya fue presidente del Banco Provincia en un directorio controlado por la Sociedad Rural por decisión política de Duhalde. Es necesario destacar más que nunca esta rabiosa posición pro-latifundista del duhaldismo, cuando algunos ‘ nacionales y populares’ se aprestan a subir al carro de la candidatura de Duhalde con el pretexto de que éste habría “destapado la olla” del ‘modelo’ de Menem (revista Línea, setiembre).