Ebullición en el Garrahan
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Las últimas semanas han cambiado el ambiente en el hospital. El inicio del invierno trajo como consecuencia previsible el colapso de nuestra guardia, con decenas de chicos con problemas respiratorios y otras enfermedades infecciosas. Un mínimo aumento de la demanda de atención, absolutamente esperable y previsible, hizo que explote lo que ya es un hospital al borde de la crisis permanente. Con los pacientes siendo atendidos en los pasillos, los residentes y enfermeros no dieron abasto.
En este cuadro, las direcciones gremiales de UPCN y Sutecba salieron a actuar de bomberos del Consejo de Administración, pidiendo que se suspendan operaciones de menor importancia para evacuar la superpoblación de la guardia. Pero la gota que rebalsó el vaso fue la aparición del convenio que firmó la dirección del hospital con la ONG (empresa) Alegría Intensiva, cuyos payasos que entretienen a los pacientes están cobrando a razón de 9.000 pesos cada uno. Suplantando a los artistas que vienen gratis, el consejo se da el lujo de gastar 400 mil pesos por año cuando en nuestro hospital falta personal e insumos.
En la movida que se desató, UPCN la jugó de callada (por su complicidad en el asunto) y Sutecba salió a hacer una sátira del asunto para despegarse un poco y no caer en la volteada. Así saltó la bronca de todos. La queja generalizada es que los payasos cobran el triple que un camillero o el doble de un residente o enfermera. Más aún, cuando se rumorea que la venidera paritaria no superará el 21% que ya cerró UPCN nacional con el gobierno.
Esta mísera suma (y en cuotas) hará que el personal de menor escalafón con más de diez años de antigüedad pase a tributar la cuarta categoría. Entre tanto, Sutecba agita con reivindicaciones necesarias (eliminación del impuesto a las ganancias, salario básico de 4.700 pesos, pase a planta de contratados, etc.), pero habrá que ver hasta dónde le da la nafta para conseguirlo. El ánimo se caldeó, y en la guardia se mastica un posible paro del sector si no se toman las medidas necesarias para paliar esta crisis. Más enfermeras y residentes es lo primero que se pidió para el servicio.
Así las cosas, en el Garrahan, la clave del momento pasa por una asamblea general que no discrimine por afiliación, sector ni escalafón. Dicha asamblea debería elegir paritarios para ir por un aumento mayor al 35%, la eliminación de la carrera hospitalaria, el pase a planta y discutir un convenio colectivo propio del hospital y las condiciones de trabajo.