Bajo la presión del FMI y los bancos, de un lado, y la rebelión popular, del otro, el gobierno Duhalde ha colapsado. Para sobrevivir va a entregar la última gota de esfuerzo de los argentinos o en su defecto caer en la más completa desorganización económica. El plan Bonex constituye una gigantesca confiscación del pueblo, pero lo fundamental es que la clase capitalista y sus representantes políticos no tienen otra salida que más entrega, carestía y miseria. Remes renunció. Estamos en las vísperas del 19 de diciembre de Eduardo Duhalde. Frente a esta situación no podemos aceptar que una Asamblea Legislativa trucha vuelva a elegir un presidente trucho que ofrezca una salida aún más trucha que la de principios de año. Hay que ir a fondo.

-Que se vaya Duhalde.

-Que se convoque una Asamblea Constituyente libre y soberana en la nación y las provincias.

-Nacionalización sin pago de la banca e investigación de las cuentas de los banqueros.

-Repudio de la deuda externa y ruptura con el FMI.

-Nacionalización sin pago del comercio exterior.

-Apertura de las fábricas cerradas, crear cuatro turnos laborales.

-Aumento de salarios. Indexación de acuerdo al costo de vida.

-Subsidio de 500 pesos a todo desocupado mayor de 16 años, salario mínimo de 600 indexado al 1º de enero.

Cacerolazos, piquetes y huelga general.