Políticas

22/11/2023

El 74% de Milei en Córdoba

Las coincidencias de Schiaretti y Llaryora con el liber-fascista.

Fotografia: Hugo Campilongo (www.hugoac.com).

La provincia de Córdoba resulto ser el distrito donde el liber-facho de Milei obtuvo el mayor porcentaje de votos de todo el país. El triunfo de la ultraderecha se esparció por casi la totalidad de los departamentos del interior provincial y todos los circuitos de la capital. Esa avalancha de votos hacia la derecha ya se había presentado en los resultados de las elecciones PASO, ganada por Milei y con Massa ocupando un quinto lugar, y en las propias elecciones de octubre. El presidente electo viajó a Córdoba para cerrar su campaña con un acto masivo en la que participaron alrededor de 15 mil personas.

El contundente resultado y el ascenso de Milei en Córdoba no sorprende, pues fue preparado largamente por todas las fuerzas políticas patronales que convirtieron al distrito en una verdadera carrera derechista y represiva, mucho antes que se desarrollara el proceso electoral que ahora termina. Los gobiernos de Juan Schiaretti y de Martin Llaryora (gobernador electo) en la capital, tomaron la delantera de esa carrera, imponiendo la reforma laboral y jubilatoria, y reprimiendo y persiguiendo la lucha social que fue emergiendo al calor del crecimiento de la pobreza, la desocupación y la precariedad en la provincia. Pasadas las elecciones, continúan en la misma posición.

A los minutos de conocerse el triunfo de Milei, el gobernador expresó por Twitter sus felicitaciones y deseos de éxitos. Por estos momentos suena fuerte que Florencio Randazzo, quien fuera candidato a vicegobernador de Schiaretti, puede presidir el Congreso en un acuerdo con Milei. También se rumorea que altos funcionarios del ejecutivo provincial puedan ingresar a la estructura de gobierno de La Libertad Avanza.

Por su parte Llaryora, que habilitó el apoyo a Massa en balotaje, rápidamente se acomodó y declaró: “estoy convencido que la Argentina está para estar mucho mejor y que le tiene que ir bien al gobierno para que nos vaya bien a todos los argentinos. Que cuente conmigo como gobernador y con todos los cordobeses para ayudarlo en la gobernabilidad” (La Voz, 21/11).

El punto más alto de esa carrera derechista ha sido la imputación y posterior pedido de procesamiento por parte del fiscal De Aragón, en contra de los referentes de la Unidad Piquetera, de ATE y el PO, por protagonizar una jornada de movilización nacional de trabajadores desocupados. El fiscal forma parte de la justicia adicta que actúa por cuenta y orden del propio gobierno de Schiaretti. Antes que el fiscal impulsara este proceso injusto, la Justicia, con la participación del gobierno provincial y el gobierno municipal, emitió una sentencia fascistizante donde se caracterizaba a las movilizaciones populares como “tiranía de masas”, y se establecía impunidad para el accionar represivo de las fuerzas de seguridad.

Todo ese desarrollo dirigido por Schiaretti y Llaryora, fue compartido por Juntos por el Cambio y sus candidatos, Juez y De Loredo, que se ensañaron con el movimiento piquetero. La derechización no fue ajena al PJ-Kirchnerismo que asentó su representación en la provincia en los viejos punteros delasotistas como Caserio o Alesandri, luego de que fracasara un acuerdo con el propio Schiaretti.

Las coincidencias de Schiaretti y Llaryora con Milei nacen de la agenda capitalista que domina en el país, en primer lugar de parte del FMI; y particularmente en Córdoba, de la mano de los sojeros que viene depredando la provincia por varios costados. Justamente Llaryora retomó en las últimas horas la cuestión al plantear que se cumpla las promesas de Milei, pues “… prometió bajar las retenciones a los cordobeses, que para nuestro campo y provincia es tremendamente malo y perjudicial porque es un robo el que nos están haciendo” (Idem).

Milei pretende avanzar en un ajuste superior y una salida de fuerza contra las y los trabajadores, avanzando en la colonización de nuestro país. Frente a esa tentativa y la complicidad de las fuerzas políticas patronales, llamamos al movimiento obrero, ocupado y desocupado, a las mujeres y disidencias, al movimiento estudiantil y a todos los movimientos de lucha a establecer una gran deliberación por medio de asambleas y a poner en pie un plan de lucha que enfrente a la reacción política y social del nuevo gobierno y del FMI; y abra el camino a una salida de trabajadores a la crisis.