En medio de la demagogia de Duhalde, que reitera su ‘compromiso’ de ir a ver a los padres de José Luis Cabezas para llevarles los nombres de los asesinos, viene bien conocer la opinión del representante legal de la familia Cabezas.

Alejandro Vecchi, en un reportaje a Crónica del 15 de mayo, dice, sin dudar, que "están protegiendo a los policías de la Costa".

Luego de señalar que le pidió al juez que investigara a toda la dotación de la comisaría de Pinamar y que verifique en la totalidad de los libros el movimiento de la comisaría de Pinamar en la madrugada del 25, éste se conformó con "las fotocopias que le mandaron". Vecchi agregó que no "podemos seguir esperando milagrosamente la confesión de Prellezo ... y desconocer la existencia de una verdadera organización criminal, imposible de creer que esté manejada exclusivamente por Prellezo" (ídem).

Ante la pregunta sobre si hay una línea de encubrimiento, dice: "Sin ninguna duda ... se encuentra intacta y pareciera ser intocable".

Entre las dificultades que afronta para su tarea, dice: "para obtener fotocopias de la causa, siempre estoy cuatro o cinco cuerpos atrasado".

Denuncia que "no fue notificado de la audiencia del comisario Gómez"; se enteró por el periodismo.

Lo más grave es que no se le informó de la declaración de Alfredo Yabrán en una dependencia policial de Avellaneda. Denuncia "que nadie sabe por qué se lo hace concurrir a una sede de Avellaneda".

Para recalcar la denuncia contra el juez, dice que éste "no vacila en llamarnos parte contingente y parece confundir el término con inexistente" (ídem).

La designación de Brown como secretario de Seguridad y las evidencias contra Yabrán alientan la intención del gobierno de Duhalde de parar la ofensiva contra la policía provincial. Las ‘desprolijidades’ en la causa, por parte del juez, vienen como anillo al dedo para dejar impune a las bandas que operan en la policía bonaerense. El aumento sustancial de sueldos que les otorgó Duhalde a los policías bonaerenses ‘aceitaría’ la recomposición del dañado aparato represivo.