Políticas

16/9/2020|1605

El “acta democrática” de Cicop y el silencio del MST

En una polémica reciente con el MST señalábamos que una política por conducir a los sindicatos a un campo de independencia de clase pasaba por promover en cada instancia, de acuerdo con las condiciones, la participación en el Plenario del Sindicalismo Combativo y sus iniciativas, sobre la base de un mandato de asamblea.

Algo que el MST rehúye. “Una adhesión de organismos colectivos de Cicop -decíamos- sería un gran paso adelante, aunque solo sirviera para arrastrar a una porción de sus afiliados”, ya que la mayoría de esa directiva “está integrada al Estado”. Recordemos que el secretario general de Cicop, Guillermo Pacagnini, es coordinador de Ancla.

Esa integración se volvió a poner de manifiesto hace unos días por medio de un comunicado que Cicop firmó en repudio a la asonada de la Policía Bonaerense, junto a prácticamente todos los sindicatos kirchneristas de la provincia (entre ellos ATE, FEB, Soeme, Suteba, UdobaA, etc.).

El texto plantea una reivindicación del “estado de derecho” y una advertencia sobre “el riesgo” en que pone a “las instituciones democráticas”. Como si el “estado de derecho” no fuera el marco jurídico para imponer el ajuste más brutal contra los trabajadores, avasallando todos sus derechos vitales, al trabajo, a la comida, a la salud o a la vivienda. Las instituciones de la democracia son las que viabilizan la entrega del país por medio de la deuda externa, arman contubernios contra el pueblo y reprimen, persiguen e incluso desaparecen jóvenes y luchadores.

La rápida satisfacción de los reclamos policiales revela la dependencia de la “democracia”, en especial en un contexto de crisis capitalista profunda, de las fuerzas represivas que son el núcleo del Estado, en cualquiera de las formas que asuma.

El comunicado es una versión desmejorada del Acta Democrática de Semana Santa de 1986, que concedía las leyes de obediencia debida y punto final a los carapintada, que significó la subordinación política de la izquierda que la suscribió al gobierno alfonsinista.

Sus términos se inscriben en el planteo kirchnerista de “lucha contra la derecha”. Planteo que comparten el MST y el PTS, renegando de la lucha de clases y dificultando una clarificación estratégica: la burguesía comparte agenda con el FMI, el gobierno y la oposición. Entre otras, las reformas previsional y laboral, los tarifazos, el recorte salarial.

El comunicado de Cicop es antagónico al programa del PSC, se ubica en otro campo de clase. Sin embargo, no hay, hasta donde sabemos, ninguna delimitación ni denuncia pública de parte del MST. La adaptación al nacionalismo, en la vida cotidiana de los organismos obreros de masas, no se supera haciendo un acto junto a un referente electoral del FIT-U.

Como ocurre con frecuencia hay debates políticos que inicialmente parecen intrascendentes, pero que al ser examinados bajo la luz de los acontecimientos se revelan con su verdadera importancia.