SANTA FE

El gobierno del Frente Progresista de Antonio Bonfatti -conducido nacionalmente por Hermes Binner- está embarcado en un plan de ajuste sobre los trabajadores santafesinos. Las paritarias para docentes, estatales provinciales y trabajadores de todos los municipios cerraron a la baja con aumentos que oscilan el 25% en cuotas y que en el caso de los docentes pretende ser encubierto con categorías que recibirán unas migajas más. El “mejor salario del país”, según Binner, no pasa del 60% de la canasta familiar para el docente inicial.
El ajuste “socialista” va en todas las direcciones y se replica en los servicios. La semana pasada, el gobierno de Rosario arremetió con un nuevo tarifazo en el transporte urbano de pasajeros. Frente al aumento de los costos del servicio por inflación y devaluación, el gobierno preserva las ganancias millonarias de la empresa Rosario Bus, que controla la mitad de las líneas de colectivos.

Como si no bastara el naftazo del gobierno nacional, Bonfatti envió a la Legislatura un impuestazo provincial a los combustibles. El gobierno de Bonfatti se monta sobre el Rodrigazo K-K para hacer su propio “trabajo”. Los K de Santa Fe, desairados, no levantan cabeza y acompañan este ajuste provincial -en el mejor de los casos se llaman al silencio. La crisis del PJ provincial aparece como irreversible. El pasaje al massismo de parte del PJ y fundamentalmente de Reutemann actúa como fuerza centrífuga sobre el resto PJ y también sobre el PRO.

Los trabajadores
y el paro del 10

En este cuadro, de a poco van asomando expresiones de organización y lucha en la provincia. Luego de la lucha contra los despidos en Liliana, los trabajadores de La Virginia hacen bloqueos y asambleas en puerta de la fábrica reclamando que se otorgue transporte para el traslado a la planta y el pago del bono salarial adeudado. La presión de la base sobre el gremio aceitero obligó a la CGT K de San Lorenzo a convocar a un plenario de delegados de aceiteros para discutir si paran el 10. La CGT de Quiroga, alineada con Moyano, no hará piquetes en el cordón o medidas de acción por el paro. En estos términos, no sólo pretenden un paro dominguero, sino que renunciaron a dar la batalla para que el paro se extienda al resto de la región.

El Partido Obrero lleva adelante una agitación masiva sobre las fábricas del cordón para que se efectivice el paro y haya medidas de acción. Todo indica que luego de las votaciones en los colegios, Amsafe Rosario irá el 10 al paro con una movilización por el centro de la ciudad.

A propuesta de la bancada del Partido Obrero de Capitán Bermúdez, se aprobó por unanimidad el pase a contrato de las trabajadoras barrenderas de la ciudad. Treinta y cinco trabajadoras, que hacía diecisiete años estaban en negro, coparon el recinto municipal en lo que fue una verdadera experiencia de lucha política parlamentaria. Un gran acicate para el resto de los trabajadores en negro y tercerizados que se cuentan de a miles en la región, en fábricas y municipios.

Los planes de ajuste que demanda un viraje económico no resisten por mucho tiempo las fachadas “progresistas”.

Damián Blanco