Políticas

3/3/2005|889

¿El aparato del Estado se vuelca al plebiscito?


Los principales medios de comunicación han ignorado la presentación judicial del Partido Obrero que reclama la nulidad del plebiscito de Ibarra. Esta censura habitual podría ser parte de una censura más general: es que, en verdad, el plebiscito ha “desaparecido” de la faz de la Ciudad. Ningún diario le dedicó, durante la última semana, una sola línea. Pero las pautas periodísticas de la “gran prensa” no son ajenas al Gobierno porteño. Es que los ibarristas admiten que “juntar las 520.000 firmas… no les resultará sencillo” ( Página/12, 20/2). A esa fecha, sólo se habían reunido 20.000, es decir el 4% de lo necesario en casi un mes.


 


Del arco de organizaciones oficialistas que cerraron filas con Ibarra, se bajaron enseguida las Abuelas e Hijos. Los punteros centroizquierdistas ya están buscando otra tienda para salvar sus prebendas, principalmente dentro de las filas del kirchnerismo.


 


En estas condiciones, la juntada de firmas sólo podría reflotarse sacando a la calle al aparato estatal “propiamente dicho”, es decir, transformando a esa tarea en un acto administrativo del gobierno, como lo es la recolección de impuestos o tasas municipales. Ello volvería más evidente aún la denuncia del Partido Obrero, es decir, la usurpación de poder del Gobierno y el desfalco del presupuesto público.


 


Mientras tanto, el “cadáver político” es sostenido por los Kirchner, Macri, Duhalde o Carrió. Es que los negociados del juego, el turismo o la basura alimentan las cajas de todos ellos.


 


Que se vaya, por una Asamblea Constituyente libre, soberana y con poder.