Políticas
19/6/2018
El ascenso de otro ´offshore´: Iguacel, de vaciador de Vialidad Nacional a ministro de Energía
Secr. Gral de la seccional Entre Ríos del STVyARA-Vialidad
Los cambios que se precipitaron en el gabinete de Macri cuentan en su nómina al Ingeniero Javier Iguacel como ministro de Energía, en reemplazo de Juan Aranguren. A todas luces se trata de una política de promoción de ajustadores, pues estamos hablando del ex-titular de Vialidad Nacional, organismo que se encuentra en un proceso de lucha producto del vaciamiento y la política privatizadora del gobierno nacional, a cargo de Iguacel hasta ahora.
Los pergaminos de Iguacel son realmente notables: trae bajo el brazo el decreto 794/2017, que buscó convertir Vialidad Nacional en Corredores Viales S.A (en suspenso, por el momento, tras el rechazo de la comisión bicameral); el cierre de cinco escuelas técnicas de Vialidad, únicas en Latinoamérica, junto al despido de 300 docentes y 1.200 alumnos sin clases; y 52 despidos ilegales (trabajadores en planta transitoria) en el organismo central, respondidos hace una semana con un paro general nacional de 11 días, y hoy continúa con medidas de lucha.
Otro ministro offshore y van…
El de Iguacel es un desempeño que se condice con un jugoso y coherente prontuario. Tiene 43 años y estudió ingeniería en petróleo en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. En 1997, ingresó a YPF, dos años antes de ser privatizada. Luego fue gerente de contrataciones en la multinacional argenta Pluspetrol, y fue vice de Pecom Energía, de los Pérez Companc, empresa que se ubica en el podio de terrenos concesionarios de Vaca Muerta.
Precisamente, por su paso por Pluspetrol, donde se desempeñó hasta mayo de 2015, Iguacel figura en los Paradise Papers, donde aparece vinculado a Pluspetrol Angola Corporation de Islas Caimán. Según reseña de Página/12 (19/6), estuvo encargado de sus operaciones legales, bancarias y financieras entre 2012 y 2014. “La presencia offshore del funcionario se extiende hasta seis meses antes de su alejamiento de la petrolera para iniciar su acelerada carrera en la política como precandidato a intendente por el PRO en la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento”.
Iguacel llegó a la Fundación Pensar, “think tank” del PRO, al que fue convocado tras hacer una donación con su tarjeta de crédito. Formó parte de la elaboración de la plataforma electoral de Cambiemos y, con el visto bueno de Vidal, se presentó como candidato a la intendencia de Capitán Sarmiento, su pueblo bonaerense. Perdió y se puso a disposición de “lo que digan Mauricio y María Eugenia”. En diciembre de 2015, el ministro Dietrich le ofreció ser titular de Vialidad a través de un mensaje de WhatsApp. Desde entonces, fue el encargado de la ejecución de un presupuesto de miseria para la conservación de las rutas nacionales, el empeoramiento de las condiciones laborales de los obreros de Vialidad y además tuvo una aventura fracasada, producto de la resistencia de Vialidad y los vecinos de Mataderos, al intentar entregar para el negocio inmobiliario de su “coequiper” porteño Rodríguez Larreta, la sede del 1° Distrito Buenos Aires (General Paz y Emilio Castro). En julio del año pasado sacó chapa al denunciar irregularidades en obras públicas de Santa Cruz, por las que apuntó a De Vido, José López y a funcionarios de vialidad provincial del anterior gobierno en la causa que lleva el juez Ercolini.
Ministerio de crisis
El arribo de Iguacel al “mejor equipo de los últimos 50 años” fue saludado por la coalición de ajustadores: “El mejor funcionario del gobierno nacional”, lo calificó Elisa Carrió. “Tengo un excelente concepto de Iguacel, lo conozco de su tarea profesional y me parece una persona impecable, tuvimos una buena experiencia en el trabajo con Vialidad”, declaró a Télam Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, por el lado del peronismo.
Ante la pregunta de si hubo una falla de parte del Gobierno al “comunicar” los ajustes, Iguacel responde: “Frenar un auto que se va a estrellar a 200 kilómetros por hora parece fácil hasta que apretás el freno”. Y remata con elogios a su antecesor: “(la de Aranguren) ha sido una gestión extraordinaria. Ha ordenado y los frutos se van a empezar a ver de acá a los próximos dos, tres años, con la explosión de Vaca Muerta”.
A Iguacel le toca la tarea de renegociar el “sendero de precios” dolarizados que tejió Aranguren y que la reciente devaluación del 60% ha puesto en crisis. Habrá que ver entonces que “explota” antes –si Vaca Muerta o el rediseño económico del gobierno.
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