El ataque al movimiento piquetero apunta contra todo el movimiento popular
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El movimiento piquetero enfrenta el ajuste y la represión
La denuncia que venimos desarrollando en estas páginas, a propósito de que el ataque al movimiento piquetero es un ataque al conjunto del movimiento popular para impedir que salga a defender sus reclamos, se vio ampliamente confirmada esta semana.
La ofensiva que pusieron en marcha Zabaleta, calificando a los piquetes de “extorsión”, así como los de Milei y Bullrich, fue llevada a los hechos por Morales en Jujuy, encarcelando a Sebastián Copello y Juan Chorolque. La movilización popular arrancó la liberación de Sebastián y Juan mientras seguimos luchando por todos los presos por luchar.
Pero, además, el lunes 11, la policía de Larreta reprimió una movilización de trabajadores del Cine al INCAA, que reclamaba contra el ajuste a la producción cinematográfica nacional. Detrás de este ataque del gobierno, motivado por el pacto con el Fondo Monetario, se encuentra el ataque a todos los trabajadores de la cultura, tras la enorme crisis de la pandemia. Las bravuconadas derechistas de los Milei salieron sin fisuras a defender la política de ajuste contra el cine del gobierno nacional.
La ofensiva la sufren también los camioneros, con la persecución al sindicato por los bloqueos en San Nicolás, incluida la detención de dos compañeros por la medida de fuerza, en una denuncia patrocinada por la mediática Florencia Arietto.
Todos estos ataques ponen de manifiesto que, para el gobierno y las patronales, el control de las calles es fundamental para imponer el ajuste que ya se desarrolla con una inflación del 6% mensual, que liquida salarios y jubilaciones. Y para eso atacan al movimiento piquetero independiente. Los Milei o Juntos por el Cambio son la cara más visible de esta campaña, reclamando abiertamente una persecución que la Justicia aplica, pero el gobierno es el actor central, porque la necesita para imponer el ajuste. Por eso calla la burocracia sindical oficialista, que se limita a discutir las insuficientes paritarias por tres meses en un cuadro de derrumbe del salario. También colaboran el kirchnerismo y las organizaciones sociales del gobierno, que siguen cubriéndole la espalda a la política de ajuste.
El movimiento piquetero viene enfrentando esta política con reclamos que son los de todo el movimiento obrero. Mientras se pulverizan los salarios, la Unidad Piquetera reclama la duplicación del salario mínimo. Contra la desocupación y el hambre, el reclamo de la apertura irrestricta de los planes se combina con la lucha por trabajo genuino y contra los despidos, que será replanteada por la recesión que se viene en la segunda parte del año. El movimiento piquetero agrupa también a una enorme masa de trabajadores precarios, que enfrentan en muchos casos con sus familias en la calle los salarios de hambre que imponen las patronales en sectores fuertemente desorganizados.
Hay que valorar en este cuadro, en el cual el gobierno se endurece, que la Unidad Piquetera arrancó una negociación con el Ministerio de Desarrollo Social, donde el punto más sensible sigue siendo el reclamo de la apertura de la inscripción a los programas sociales y su universalización, que el gobierno resiste en línea con el reclamo de ajuste del Fondo Monetario. La movilización del miércoles 13 es una respuesta en las calles a esta negativa del ministerio. La lucha por estos reclamos va de la mano de la agenda de lucha contra la represión y criminalización de la protesta.
El ajuste y la criminalización por igual a los trabajadores del Cine, los camioneros y los desocupados desmiente la campaña reaccionaria que busca oponer a los trabajadores ocupados y los que no tienen trabajo.
El lugar que conquistó el movimiento piquetero enfrentando el plan de ajuste ha dejado nuevamente descolocada a la izquierda (el PTS, IS, MAS) que no interviene y en algunos casos ni siquiera respalda sus movilizaciones. Ocurre que es sencillamente imposible desarrollar un planteamiento de lucha contra el ajuste en el país que omita al movimiento piquetero independiente, lo cual condena los planteos de estos sectores al electoralismo y el derrotismo. Por eso, hemos planteado que en el acto del 1° de Mayo del FIT-U, el movimiento piquetero independiente debe tener un espacio privilegiado.
Manteniendo una iniciativa de movilización, el movimiento piquetero marca una agenda que deberá converger con el movimiento obrero y todos los sectores atacados por el ajuste oficial. La agitación y el debate en los barrios y lugares de trabajo para ganar las calles por el salario, los puestos de trabajo y todos los reclamos es central para conquistar un apoyo que quiebre el aislamiento de las luchas que imponen la burocracia sindical y las organizaciones sociales oficialistas.
https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/masiva-movilizacion-piquetera-vuelve-a-expresarse-contra-el-ajuste/