El ataque post-electoral
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La Corte Suprema de Justicia acaba de autorizar el pago de las deudas con los jubilados en bonos a 10 y 16 años.
Por otro fallo, la Corte revocó una sentencia de la Cámara de Apelaciones del Trabajo, declarando que los juicios laborales no son indexables ni se ajustan por inflación o por la evolución salarial.
De aquí en más, por lo tanto, para las patronales será un negocio no pagar las deudas laborales y colocar el dinero adeudado al trabajador en cualquier timba financiera, sabiendo de antemano que dicha deuda no tendrá ningún tipo de reajuste.
Con todo, el plato fuerte de lo que está por salir es la privatización de la salud. Cavallo está por enviar un proyecto que creará las Administradoras de Salud, que recaudarán el aporte obligatorio que actualmente reciben las obras sociales. Los bancos, compañías de seguros, APJP, sanatorios, pulpos médicos y laboratorios, se podrán asociar para manejar un negocio cautivo de más de 8.000 millones de Pesos anuales.
La burocracia sindical también podrá participar en este robo, por sí misma o en asociación con los bancos y grupos económicos, como lo ha hecho en el caso de la “jubilación privada”, Burocracias como la de Luz y Fuerza, Smata, Empleados de Comercio, ya están preparando la transformación de sus obras sociales en flamantes Administradoras dé Salud.
Para los trabajadores, todo esto significará que de un plumazo desaparecerá la actual cobertura médica. Una calamidad. Su lugar será ocupado por un “plan de salud”, que para la inmensa mayoría que tiene sueldos inferiores a los 700 pesos, se limitará a una prestación básica o asistencial. El trabajador que quiera una mejor atención deberá pagar un plus.
El “plan” dejará sin cobertura a un conjunto de enfermedades como el Sida, síndrome de Down, trasplantes, que hoy sí la tienen.
En Chile, donde se aplica este sistema, el 75% de los trabajadores no accede a ningún plan de salud privado y depende entonces del hospital público, que está destruido precisamente para que pueda florecer la medicina privada
Pero para los trabajadores que sí acceden a un plan privado la calamidad no es menor, porque a medida que requieren una mayor atención médica, con la edad, deben pagar una cuota mayor. Como no pueden hacerlo, terminan en el… hospital público.
La burocracia sindical está “consensuando” la nueva ley o decreto. Quiere que salga simultáneamente con la sanción de la ley de accidentes de trabajo, para meter mano en el negocio del seguro de accidentes, algo que hoy está reservado exclusivamente a las compañías de seguros.
El Partido Obrero denuncia este plan de guerra contra los trabajadores y plantea:
1- Abajo la privatización de la salud. Por un plan de salud único, estatal, gratuito, financiado con aportes exclusivos de las patronales y bajo control de los trabajadores.
2- Expropiación sin pago de todos los recursos de la salud, como sanatorios y laboratorios.
3- Abajo el proyecto de accidentes de trabajo. Por una seguridad integral a cargo de las patronales y bajo control de los trabajadores. Control obrero de los ritmos de trabajo. Seguro de accidentes de trabajo, indemnizatorio y que cubra la incapacidad temporaria y permanente en la forma de un sueldo mensual, equivalente al del puesto en actividad.
4- Fuera la burocracia sindical de las obras sociales. Por la administración y control obrero de las obras sociales.
5- Anulación del Bocon. Rescate inmediato de los bocon en poder de los jubilados al 100% de su valor más los intereses. Indexación de todas las deudas laborales.