Políticas

5/6/2021

DOLAR

El Banco Central flexibiliza el cepo para habilitar la fuga de dividendos

Las exportadoras podrán comprar divisas en el mercado oficial para girar utilidades al exterior.

Willy Monea Ojo Obrero Fotografía

El Banco Central emitió una resolución mediante la cual habilita a las empresas exportadoras que hayan incrementado sus ventas al exterior, en relación al año pasado, a comprar dólares en el mercado oficial y remitirlas al extranjero sorteando el cepo cambiario. La medida permite que puedan retirar divisas para el pago de sus deudas -por importaciones o financieras- y también para girar utilidades y dividendos a sus casas matrices. De este modo, se perpetúa la fuga de capitales a costa de las reservas del país.

La medida establece que estas empresas podrán retirar dólares a precio oficial por un monto entre el 5% y el 15% de la diferencia entre el valor de las ventas al exterior realizadas este año respecto del 2020. Se trata de cifras siderales, si tenemos en cuenta el incremento apalancado por la suba en el precio de las commodities. El aumento interanual fue del 41,3% según el Indec.

Tomando el ejemplo del sector agrícola, lejos el más importante del comercio exterior argentino, vemos que en abril de este año se realizaron exportaciones por 273 millones de dólares más que en abril 2020; el 15% de esa diferencia son más de 40 millones de dólares. La industria alimenticia, por su parte, que ha aumentado sus ventas en 533 millones, podrá retirar casi 80 millones de dólares al cambio estipulado por el Banco Central. Si sumamos al conjunto de los rubros, estamos hablando de una sangría de enorme magnitud, ya que la base de comparación del año pasado es bajísima, por el parate que impuso la cuarentena.

Con esta disposición el gobierno busca alivianar la presión sobre el tipo de cambio, intentando que los capitalistas dejen de volcarse a los dólares paralelos recalentando la brecha cambiaria. Por otra parte, obedece a la intención del oficialismo de congraciarse con el capital exportador, fuente de divisas, para mostrar garantías en función de la negociación de un acuerdo con el FMI a la brevedad, para no caer en default con el Club de París.

La flexibilización del cepo para el giro dividendos y utilidades al exterior es un reclamo compartido por todos los capitalistas. Lo exigen las petroleras como condición para terminar con la huelga de inversiones en Vaca Muerta, cuando el gobierno se desespera por tener que gastar divisas en la importación de gas (a pesar de los subsidios millonarios del Plan Gas). Más todavía vale para el capital agrario, que se valió del choque con las patronales de la carne para insistir en la imposición de un régimen especial de incentivos fiscales que compenses las retenciones.

Sin embargo, es una política sin salida, dado que el gobierno pretende con esto recabar dólares, pero al precio de ofrecer una vía para que las multinacionales giren sus ganancias al exterior en lugar de las reinvertirlas en el país. Este mecanismo, junto al pago sistemático de una deuda externa usuraria, son las principales causas de la fuga de capitales que condena a la Argentina a sucesivas crisis de deuda y devaluaciones. Al tal punto llega el saqueo por parte de la clase capitalista que la cantidad de dinero que los residentes privados del país tienen declarado en el exterior o fuera del sistema financiero local alcanza los 336.200 millones de dólares, monto equivalente a un Producto Bruto Interno (PBI) anual.

Los que gobernaron en las últimas décadas han promovido este drenaje del ahorro nacional, descargando las sucesivas crisis que ello genera sobre las espaldas de los trabajadores. Es necesario impulsar otra orientación que logre concentrar los recursos del país para destinarlos en las necesidades sociales. Para ello se debe nacionalizar la banca y el comercio exterior bajo control obrero, repudiar el conjunto de la deuda ilegítima y romper con el FMI. Consiste en un programa de salida a la crisis antagónico al del gobierno y la oposición patronal, que planteamos desde desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad para que tomen en sus manos los trabajadores.