Políticas

23/2/2006|934

El clientelismo al máximo


El aparato desplegado por el gobierno durante la elección superó todo lo conocido. Ya se anticipaba desde algunos días antes que el gobierno no permitiría deslegitimarse por una baja participación. Como las amenazas de penalidades a la población no surtían efecto, el gobierno se vio obligado a usar el andamiaje del Estado y el aparato de punteros del PJ y sus partidos aliados.


 


El día de la elección se movieron 5.000 autos (datos de La Gaceta) sólo en la capital. Los punteros recibieron dinero para llevar la gente a votar y para pagarle a la gente que votaría; quien votó al PJ llevado por un puntero recibió 20 pesos y un bolsón. Otro de los 'modus operandi' utilizados fue la retención del documento: los votantes lo dejaban el día anterior a las elecciones y se llevaban 10 pesos al día siguiente: debían pasar por la unidad básica a buscarlo y eran llevados a votar; luego de emitido el voto recibían 20 pesos y un vale para retirar un bolsón al día siguiente. El colmo de la desesperación por llevar gente a votar lo manifestó un remisero cuando dijo que lo mandaron a tocar timbres al azar para ver "si encontraba gente que quisiera votar”.


 


El aparato del gobierno se maneja con fondos públicos, es decir, con los impuestos que pagamos todos los días, y se apoya en la miseria reinante en nuestra provincia, para poder manejar mejor su aparato de prebendas destinado a manipular a los pobres, que son mayoría absoluta en la provincia.