Políticas

26/3/1992|353

El cólera no es una cuestión de higiene

El gobierno menemista está anunciando con aire triunfal que la epidemia de cólera está “controlada”.

Pero la bravata oficialista no tiene nin­gún sustento en la realidad: sólo en el curso de seis días —del 18 al 24 de marzo— se produjeron veintiún nuevos casos (un au­mento del 10%), dos de ellos fatales. El cólera en la Argentina menemista sigue ostentando uno de los índices de mortalidad más altos de toda América Latina y éste índice ha aumentado aún en el curso de los últimos días (del 5,2% al 5,6% de los enfer­mos).

El gobierno pretende que la higiene y las "dos gotitas de lavandina "bastarían para detener la catástrofe. Nada más falso. To­das las causas que han llevado al estallido de la epidemia siguen en pie... y si ésta no se ha agravado exponencialmente es por razones por completo ajenas al gobierno.

Un grupo de expertos entrevistado por Clarín (15/3) revela que una creciente de los ríos Pilcomayo y Bermejo (cuyas nacientes se encuentran en zonas infectadas) llevaría la epidemia a una explosión incontrolable. “Si se produjeran estas crecientes esta­cionales, señalan, que forman parte del funcionamiento habitual de estos ríos, la bacteria se desparramaría sobre una superficie enorme, llena de lagunas con peces contaminables que son la fuente de proteínas de la gente de esos sitios. Y después, sácala de ahí”.

Tampoco en el Gran Buenos Aires la acción gubernamental ha producido mejora alguna en la red de agua potable, en los ser­vicios cloacales o sanitarios o en el control de alimentos o aún en el de lavandina (el 50% de las que se venden son “truchas”— Clarín, 18/3). Al contrario, en las últimas semanas el suministro de agua potable en la Capital y el Gran Buenos Aires disminuyó el 15% por la salida de funcionamiento de equipos de Obras Sanitarias con más de sesenta años de uso (Clarín, 12/3).

El cólera es algo más que una enferme­dad de la miseria. Es en verdad una enfer­medad de la descomposición capitalista que, después de haber concentrado a millo­nes de trabajadores en grandes ciudades, es incapaz de brindar una infraestructura sanitaria y hasta de mantener la pobre in­fraestructura vigente.

En este sentido, el videlo-menemista Juan Alemann fue muy claro: “El anuncio del aumento del gasto social en función de la histeria colectiva que se ha creado con el cólera —dijo— (es una) señal Inflacionaria" (Ámbito Financiero, 16/3). Estas declaraciones de Alemann revelan el monumental abismo, material pero sobre todo "humano”, que se ha abierto entre los explotados y los explotadores. Toda la bur­guesía argentina hace suyas las palabras de aquel explotador salteño que en los pri­meros días de la epidemia protestó porque “hacen tanto ruido porque se murieron cuatro indios de mierda”.


Córdoba: Movilización de padres y maestros

Más de 45 escuelas de Córdoba no pudieron comenzar las clases por la ausen­cia de condiciones elementales (agua, baños). La situación fue destapada por padres y maestros que en días previos o al iniciar las clases comprobaron que las condicio­nes no existían exigiendo a los funcionarios del gobierno la garantía de los medios necesarios. Las promesas oficiales no fueron muy creíbles ya que en algunos casos los padres ocuparon los establecimientos (escuela Carbó de B° Comercial, o Goyehade Corral de Palo) hasta tanto estuvieran efectuadas las obras. En todas las escue­las en que no empezaron hay comisiones formadas por padres y maestros que veri­fican todos los días el estado de las obras de reparación. La acción de padres y maestros destapó el deterioro de la educación cordobesa y frustró las pretensiones del gobierno de Angeloz de hacer pasar "gato por liebre” y empezar de cualquier forma. El gobierno había gastado una ponchada de pesos en propaganda mostrando la limpieza de tanques y reparación de baños, sin embargo días previos al inicio debió reconocer que en 11 escuelas no comenzarían las clases, sin embargo la cifra llega en la actualidad a 45. Es de destacar que la UEPC había llegado a un acuerdo con el gobierno para no pasar de los 11 casos, tal como lo declaró la ministro de Educación provincial, que habló de listas consensuadas con la organización gremial. Gobierno y UEPC tuvieron que actuar como “bomberos "apagando los innumerables reclamos que comenzaron a aparecer.

Corresponsal


Movilización en villa 21

El lunes 16, culminando una lu­cha de tres semanas, doscientos cincuenta vecinos de la Villa 21 de Barracas, impulsados por sus dele­gados y el Concejo Vecinal, se movi­lizaron hasta triarte y Vélez Sarsfield donde realizaron una concentración con corte de la avenida durante una hora. Los vecinos reclaman la fumi­gación y eliminación de basurales y la realización de obras de red cloacal y de agua corriente. Hasta el mo­mento la Municipalidad se ha limita­do a mandar algunos camiones para destapar pozos ciegos.

Las leyendas “El cólera no es­pera” y “Marcha por la vida” tradu­cían la opinión mayoritaria de que las autoridades son inoperantes y que hay que arrancar las demandas con la lucha.

Como próximo paso quedó con­vocada una asamblea del barrio para el sábado 28. Es importante mantener el funcionamiento de la comisión de movilización que duran­te este tiempo protagonizó las tareas de organización del corte y de difu­sión de la lucha a los medios, empre­sas de la zona, etc.