Políticas

8/11/2021

El conejo de Nesquik y el ignorante ataque de los libertarios a la Ley de Etiquetado Frontal

Hablan de la pobreza infantil para defender a las grandes empresas alimentarias contra la salud de la población.

La aprobación de la Ley de Etiquetado Frontal abrió una fuerte polémica en las redes sociales y medios de comunicación en torno a un artículo que indica que “queda prohibido: la promoción de los alimentos o bebidas etiquetados como ‘exceso de azúcares’, ‘exceso de sodio’, ‘exceso de grasas’, u otras enumeraciones que la autoridad de aplicación determine para los productos de bajo aporte nutricional. Esta prohibición incluye la utilización de productos licenciados o artilugios comerciales tales como juguetes, accesorios, figuritas, adhesivos, tazos, objetos coleccionables, sorteos, figuras o imágenes de deportistas, artistas, personajes animados o famosos, o cualquier otro incentivo similar”.

La principal crítica a este artículo se da por el hecho de que varias marcas multinacionales tendrán que remover los personajes de su packaging, por ejemplo el conejo de Nesquik y el tigre de Zucaritas. Esta medida fue criticada también por el espacio político de Javier Milei, Avanza Libertad, que publicó un tuit en donde deja en claro que está en contra de dicho artículo y que les resulta ridículo que se tome una medida de este estilo en un país en donde encontramos un 60% de pobreza infantil.

“Saluden al conejo de Nesquik que se fue”, dicen en su tuit haciendo alusión al icónico personaje que Nestlé utiliza para promocionar sus productos infantiles. Se trata de la compañía alimentaria más grande del mundo, la cual reconoció en mayo de este año que más del 60% de los productos que vende no cumplen con los criterios necesarios para ser saludables y que algunas de las categorías de bebidas y alimentos que produce “nunca serán saludables por mucho que se renueven”.

Aunque los libertarios hablen de la pobreza de lxs niñxs, lo que defienden es la posibilidad de que las grandes empresas sigan acrecentando sus ganancias a costa de la salud de la población. Y ello con una postura ignorante, porque Argentina es el país sudamericano con los mayores índices de obesidad infantil, que es de hecho la principal problemática nutricional del país y se encuentra en franco ascenso, paralelo a la expansión de la pobreza.

Según cifras oficiales la obesidad y la malnutrición afectaban en 2019 a cuatro de cada diez niñxs en edad escolar, y desde entonces la cuestión se ha agravado, con la canasta alimentaria encareciéndose por encima de la ya alta inflación. Milei se acuerda de la pobreza en lxs niñxs solo para defender alimentos ultraprocesados con bajo contenido nutricional, cuando dedica su campaña electoral a promover una reforma laboral flexibilizadora, libertad para despedir y un ajuste frontal contra la población trabajadora, que solo pueden empeorar las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Lo que realmente hace falta para garantizar el acceso a una alimentación saludable es la recomposición del ingreso de los trabajadores, a través de un salario mínimo igual a la canasta básica que hoy está en $100.000, un seguro al desocupado de $50.000 y paritarias indexadas a la inflación. Solamente el Frente de Izquierda Unidad se planta en la campaña electoral con estos reclamos populares como bandera, contra el ajuste del gobierno y la oposición derechista.