El programa Finjamos demencia que conducen estudiantes de la escuela de periodismo TEA (CABA) realizó otra edición sobre la democracia y sus 40 años. Como precandidato presidencial y autor de un reciente libro al respecto fue invitado Gabriel Solano, que ante la primera pregunta, interrogó: “¿Decimos que fracasó, o fingimos demencia? El 75 por ciento de los jubilados no llega a la canasta de pobreza y la mitad de los chicos son pobres. Alfonsín hablaba de cumplir con lo básico, además de votar: comer, educar, curar. Ni eso se cumple hoy”.

Una de las preguntas en el inicio de la entrevista apuntó a si la democracia “es una forma de gobierno, de estructurar el Estado. Ha habido distintas democracias, la Grecia Antigua tenía de base un sistema económico esclavista. Esta es capitalista. En el capitalismo no siempre hubo democracia, hubo desde el siglo XIX. Y en un momento el capitalismo ya claramente no funciona bien. Hoy lo que crece es la guerra. La Otan le da armas a Ucrania, Rusia arma Bielorrusia. El mundo va a la guerra, no a la democracia”. Además, Solano indagó sobre si hay un personal político o no que haga más eficaz al sistema democrático. En ese sentido, señaló: “No es un problema de uno o de otro, es sistémico. Fracasa un presidente, fracasa el anterior. ¿Puede haber una democracia ´no capitalista’ ¿Cuántos funcionarios tiene el poder Ejecutivo? Miles; vos votás dos. El Poder Judicial no se vota, las fuerzas de seguridad tampoco, la diplomacia, el aparato de inteligencia. En la cotidianidad el presidente de YPF es más importante que un diputado, y vos no lo votás. Además no hay revocabilidad de ningún cargo, pueden hacer todo lo que dijeron que no harían y no se los puede sacar”.

Entonces, les conductores del programa lo interrogaron acerca de alguno de los puntos de otra posible organización social. “Tiene que haber una sociedad distinta, en donde muchas de las cosas que hace el Estado podría organizarlas mejor la población. Les cuento algo. Fui a Mar del Plata. El puerto tiene la mayoría de sus trabajadores precarizados. ¿Por qué el ministerio no hace nada? Porque las empresas manejan el Estado. ¿Por qué no le damos poder a la comisión interna de ahí para que se presente frente al Estado y diga cuál es la planta de trabajadores, para que todos tengan los derechos correspondientes? Nos ahorraríamos burocracia y funcionarios. Se suplantaría porque los productores de la riqueza pasan a hacerse cargo. Esto no ocurre porque las empresas no quieren darle los derechos a los trabajadores. Es tan importante esto que si vas a la dictadura de 1976 el punto clave fue la anulación de las comisiones internas”.

Solano se metió también en un tema que interesó a les estudiantes de TEA. ¿Hay un problema de capacidad a la hora de pensar la democracia y el Estado? “No. Es un tema de intereses sociales. Nuestro partido debe ser el que menos graduados universitarios tiene, por una cuestión de clase. El macrismo tenía masters por todos lados. Es un problema de intereses, no de conocimiento”.

El dirigente del PO marcó que, lejos de una ruptura completa, hay una línea de continuidad entre la democracia y la dictadura. Uno de los puntos más explícitos de ello son las 417 leyes de ese período que hoy están vigentes. “Llamarle ley a la arquitectura política de la dictadura es todo un tema porque no había poder legislativo. Ahora estás leyes son muy importantes. Ocupan un lugar troncal en el sistema económico. Entidades financieras, Código aduanero, relación Iglesia-Estado, relación con los sindicatos”

Sobre la situación futura del país, Solano fue bastante explícito: “El tema es quién paga la crisis. Hay que hacer un ajuste, pero quién lo paga. Si ganan Wado, Massa, Larreta o Milei hay que agarrarse los pantalones: va a haber reforma laboral, jubilatoria, entrega de los recursos naturales, devaluación. Este último tema de la moneda es importante. El FMI condiciona préstamos a que se devalúe. ¿Argentina necesita una devaluación? En los últimos años hubo superávit comercial. ¿Dónde está esa plata? Se fugó en importaciones raras, deuda privada y externa, giros de dividendos. Se necesita una reorganización del país integral. Nosotros, como primera medida, rompemos con el Fondo Monetario. A veces me preguntan cómo. El FMI no es un banco. Hoy nos dan plata para pagarle. No son los intereses sino que es una institución internacional cuyo objetivo es velar por los intereses de Estados Unidos y el capital financiero. Te dan plata para que el litio y la hidrovía sean para Estados Unidos. Para que Argentina sea un apéndice de Estados Unidos. Mi mayor prueba de que esto no va más es que lo hacemos hace 50 años. Nuestra idea es tener otra relación con el mundo. Si uno se asusta mucho te inmoviliza. Esto no va más. Argentina vende soja y es formadora de precios de la soja. Tiene litio. ¿No lo quieren? No vengan. ¿No lo van a querer? Tiene gas. Podemos incidir en el comercio mundial. ¿Por qué no tiene las condiciones para una relación con el mundo de otra manera?”

-Los pusiste a todos en la misma bolsa. ¿Son lo mismo?

-Son todos distintos, pero tienen más en común que lo que tienen de diferente. Lo de Milei es una expresión de lo que han hecho otros en Argentina. El peronismo con Menem privatizó las jubilaciones, como hoy quiere Milei y con Menem estaban todos: Cristina, Néstor. Después hay choques empresariales, diferencias. Massa no es de ninguna generación diezmada, tomando este concepto que dijo Cristina el otro día, es un diezmador. Era de la UCeDé, defensor del indulto.

En el programa radial lo interrogaron a Solano sobre el programa que llevaría adelante. “El comercio exterior pasa a manos públicas. Hoy las cerealeras mundiales se venden a sí mismas. Hacen autopréstamos incluso. Ahora no venden en función de lo que necesite la Argentina. Vendamos la soja a un país que nos garantice tecnología, que se necesita para crecer la productividad industrial y el trabajo. Si se fugan siempre 50 mil millones de dólares en 3 años, no tenemos moneda. Es imposible así ir contra la inflación. De esto solo habla la izquierda, el resto dice que hay muchos derechos. Algunos señalan que el problema es el costo laboral, ¿cuánto gana un laburante? El costo laboral está en un piso histórico, ¿qué quieren?¿Quieren que los trabajadores coman pasto?”.

Por último, al precandidato presidencial del PO-FITU le preguntaron por fortalezas y debilidades de su frente político y candidatura. Siguiendo esa línea, concluyó: “La fuerza mayor es que tenemos un programa muy pensado para llegar al gobierno y cambiar la Argentina. Además, como no hemos gobernado, no somos parte de este fracaso. Nuestro déficit más grande es que para mucha gente no tenemos fuerza para hacer lo que decimos. Es cierto, no tenemos esa fuerza. Estamos reduciendo ese déficit. Está campaña tiene que servir para eso, es el gran problema nuestro. Tenemos un debate en la izquierda por este tema. Es un debate sobre si somos un fenómeno electoral o nos jugamos a superar al peronismo y a construir una alternativa de los sectores populares. Hoy vas a cualquier barrio y vamos a estar militando. Aunque esto todavía no haya cambiado todo lo que es necesario. En política no hay que mentirse, siempre los pies sobre la tierra, aunque uno tenga objetivos ambiciosos”.

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