El CTA a la derecha de Zanola
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En el transcurso del conflicto de la obra social bancaria, el CTA, que ocupa una fracción de la Interna, viene operando como quinta columna del zanolismo, con constantes llamados a la ‘unidad’ con la burocracia, a que Zanola encabece las asambleas, y actitudes hostiles hacia la izquierda y el activismo que propone la continuidad de la lucha.
Una pista para explicar tan capituladora conducta, puede hallarse en un trabajo (borrador) redactado por teóricos del degennarismo bancario, ‘La crisis del ISSB’, firmado Lista 94-Azul Grana. Allí se lee, como propuesta para la recuperación de la obra social: “en el plano de los ingresos es necesario concebir la reestructuración del ISSB conjuntamente con la Asociación Bancaria, la recaudación del aporte a la obra social debe complementarse con la cuota sindical tendiendo a su unificación en una sola caja… al que se le puede añadir la incorporación de alguna cuota módica como coseguro… que quiebre el estrangulamiento financiero impuesto por las patronales”.
A confesión de partes, relevo de pruebas. El gobierno suprimió una financiación de 180 millones de dólares de las patronales bancarias (50% para el ISSB y otro tanto para la ANSal), mediante el decreto 492. Los dirigentes del CTA, no sólo no se pronuncian por la derogación del decreto, sino que plantean llenar el agujero financiero con más plata de los trabajadores, la cuota sindical y un ‘módico’ co-seguro. Y esto con la sutil impostura de que se entienda como una medida antiburocrática, porque afectaría la cuota sindical, como si la guita no la fuera a manejar toda Zanola.
Hay que estar muy quebrados para colocarse a la derecha de Zanola, y compartir con Cavallo la política de que los trabajadores financien a los banqueros.