Políticas
1/11/2014
El debate sobre la ley de medios en la Legislatura
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La sesión del jueves fue objeto de un intenso debate sobre la ley de medios oficial. El PRO, el UNEN y Ocaña presentaron un proyecto de declaración contra la resolución del AFSCA que ordena la “adecuación de oficio” a Clarín, el cual, naturalmente, fue rechazado por los legisladores kirchneristas.
Al fundamentar nuestra abstención, señalamos que el debate enfrentaba a dos bloques igualmente opuestos a la libertad de expresión, así como a los trabajadores de prensa. De un lado, el kirchnerismo, defendiendo una “adecuación” de Clarín que habían dado como válida en febrero pasado, y que ahora impugnaban en función de recrear la epopeya patria o buitres –ello, para ocultar la inminente negociación en puerta con los fondos especulativos que esperan en Nueva York. Pero además, señalamos, “les ha tocado defender la “gesta oficial” en un mal momento”: justo cuando acaban de anunciar la nueva ley de telecomunicaciones que habilitará a otros buitres, Telefónica y Telecom, a quedarse y extenderse en el negocio audiovisual, en oposición a la propia ley de medios. Naturalmente, las “adecuaciones” tampoco han corrido para Telefónica ni para los “korpos” oficialistas.
“PRO”tección a la Cámpora
El día anterior a la sesión, nuestro bloque presentó un proyecto de declaración en rechazo a las persecuciones y censura en la TV Pública, recogiendo una denuncia de sus delegados gremiales. Nuestro pedido de tratamiento sobre tablas fue rechazado por el kirchnerismo…y también por el PRO. Naturalmente, incorporamos este rechazo al debate sobre el AFSCA y Clarín: “ustedes, el macrismo, defienden a Clarín y a la llamada `libertad de prensa`. Pero al igual que los K, son enemigos declarados del trabajador de prensa y de sus derechos laborales, que incluyen la libertad para trabajar de acuerdo a sus convicciones”. Recordamos, en este punto, la ley fascistoide que el macrismo impuso hace unos años en la Legislatura, con el propósito de regular la actividad periodística en la Ciudad. Esa ley sanciona cualquier “interrupción a la labor de editores o empresas”, o sea que cercena el derecho de huelga para los trabajadores de prensa.
“En definitiva –concluímos- en este debate no está en juego la libertad de prensa, sino el choque entre los defensores de Clarín, de un lado, y los defensores de Telefónica, por el otro. En el camino, se pone de manifiesto el completo fracaso de la ley de medios, como supuesto factor de `democratización de la palabra`. La libertad de expresión sólo vendrá con la supresión del monopolio empresarial de los recursos mediáticos, y su reparto entre las organizaciones sociales, políticas, artísticas y culturales”. Con este planteo, fundamentamos nuestra abstención.