Políticas
22/3/2023
El decreto de Massa le roba a los jubilados para financiar la corrida
Rematan los activos en dólares del FGS de la Anses para contener al contado con liqui.
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Reunión de Massa con banqueros.
El Ministerio de Economía, a cargo de Sergio Massa, lanzará un decreto para que el sector público se desprenda de los bonos en dólares que tiene en su poder. Según la resolución, las entidades deberán canjear los que están bajo legislación extranjera por bonos del Tesoro nominados en pesos, y, a su vez, vender los de legislación nacional en la plaza local a privados, incrementando la oferta de instrumentos con los cuales se puede operar con el dólar CCL y MEP, con el objetivo de bajar el precio de estos dólares financieros. En criollo, los 113 organismos públicos, entre ellos, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, son obligados a malvender sus activos en moneda dura para financiar la corrida cambiaria.
Por un lado, el Tesoro, en lugar de pagar con divisas la deuda nominada en dólares que tiene con los diferentes organismos públicos, cancelará esa deuda ofreciéndoles un canje sumamente desventajoso. Estas entidades deberán desprenderse de sus bonos en dólares bajo legislación extranjera (por el equivalente a U$S 4.000 millones) y recibirán a cambio títulos del Tesoro nominados en pesos. Esto, cuando todo indica que, más temprano que tarde, el Tesoro defaulteará su deuda, debido a la magnitud de esa hipoteca y al creciente desinterés de los acreedores en ingresar a las licitaciones para refinanciar los vencimientos (como quedó demostrado en la baja adhesión de la banca privada en el último canje), y, en su lugar, proceden a dolarizarse.
Pero la estafa mayor consiste en que los organismos públicos deberán poner a la venta, en la Bolsa argentina, sus bonos en dólares bajo legislación local (por U$S 35 mil millones), con el objetivo de bajar el precio del conjunto de los bonos que los privados utilizan para adquirir dólar CCL y MEP, y, de ese modo, intentar achicar la brecha cambiaria en ascenso. Como resultado, deuda intraestatal pasará a ser deuda dolarizada con privados. Estos hacen un gran negocio con la resolución oficial dado que, al desvalorizarse los bonos en el mercado, gastarán menos pesos en comprarlos y les saldrá más barato dolarizarse.
Nuevamente, los jubilados serán el pato de la boda de esta política, no solo porque la Anses se desprenderá de su patrimonio en dólares, sino que además, sale a vender esos bonos en momentos donde su cotización está en caída, y se desplomaron aún más ni bien se anunció el decreto. Es decir, se ve forzada a realizar una operación a pérdida que no haría ningún otro tenedor de deuda. Incluso entra en contradicción con la política veraniega de Massa de salir a la recompra de deuda argentina en dólares para revalorizarla (por U$S 1.000 millones) y ahora decide vender a la baja. Todo, para financiar -a menor costo- a los especuladores que están protagonizando la corrida hacia los dólares financieros.
Se trata de una respuesta desesperada del gobierno frente a que el Banco Central no para de dilapidar reservas en pos de detener el alza de los dólares paralelos. Sin ir más lejos, en marzo, el saldo negativo de la autoridad monetaria llegó a los U$S 1.100 millones. En lugar de cortar esa sangría, el oficialismo opta por continuarla metiendo mano a la caja de los jubilados y rematando sus activos.
Como si fuera poco, el decreto de Massa también estipula que, con los pesos obtenidos al vender sus bonos, los organismos públicos compren títulos del Tesoro en pesos. Por un lado, para absorber esa mayor liquidez y que no se dispare la inflación; y, por otro, para sostener un esquema de endeudamiento en pesos completamente en crisis, como ya mencionamos, pero fundamental dentro programa del FMI, que exige financiar el déficit fiscal vía deuda, acudiendo lo menos posible a la emisión monetaria. Lo anterior consiste en un nuevo atropello para los jubilados, ya que los organismos públicos como la Anses estarán cada vez más expuestos al riesgo Tesoro.
En conclusión, Massa concentrará superpoderes para manejar a su gusto los activos de los trabajadores invertidos en el FGS, así como de los demás entes descentralizados y las empresas públicas. En vez de comprometer el patrimonio de los actuales y futuros jubilados, es necesario terminar con la fuga de divisas nacionalizando la banca bajo control obrero, repudiando la deuda externa y rompiendo con el FMI. Por otra parte, para terminar con el robo de la Anses por parte de los sucesivos gobiernos capitalistas, sus fondos deben ser administrados por los propios jubilados y trabajadores activos.
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