Políticas

7/7/2007|898

El desguace del plan Jefes

Un ataque a toda la clase obrera


Ante los 30 empresarios más poderosos del país, Lavagna anunció “el reemplazo de los planes Jefas y Jefes por subsidios con capacitación y duración limitada de un año” (Clarín, 28/4). “La excepción serán las madres de familia que no puedan trabajar, a las que hay que atender junto a sus chicos” (Ambito Financiero, 28/4); “tal vez sea después de las elecciones”, dijo un funcionario (La Nación, 28/4). Lavagna agregó que ahora tiene “la aceptación del presidente”.


 


“El ministro diferenció, según Clarín (28/4), los sectores empleables que tendrán un subsidio por capacitación y de duración limitada”. Es decir que un sector de desocupados sería descartable.


 


Arroyo, el cerebro gris del Ministerio de Alicia Kirchner, explicó que ya han bajado de 2,25 millon de planes a 1,54 millones y el plan “familias” para mamás indigentes tiene ya 240.000 beneficiarias.


 


De acuerdo con el nuevo plan, unas 500 mil mujeres más irían al plan familias, condenadas al rango de “mamás indigentes” de 150 pesos, más 25 pesos por hijo.


 


Otros 600 mil, también de la categoría “descartables”, en general mayores de 50 años, quedarían en el plan Jefas y Jefes por 200 pesos, con contraprestación en los municipios, hospitales, registros civiles, como auxiliares de escuela, etc.


 


A 300 mil se los pasaría al publicitado “seguro de desempleo” por un tiempo de 18 meses, también por 200 pesos, capacitación estatal, y al que se le ofrezca un trabajo deberá tomarlo o dejar el seguro.


 


Desguace del plan Jefes


 


Es lo menos parecido a un seguro al parado. Se trata en realidad de un desguace del plan Jefas y Jefes y de establecer algunas “asistencias sociales”. Las personas sin trabajo en la Argentina son 4,9 millones. La desocupación abierta es de un 16%, más una enorme subocupación. Duhalde y Kirchner a través de Lavagna, devaluación mediante, ley laboral mediante, extendieron la pobreza absoluta que hoy abarca a la mitad de los argentinos.


 


El plan de guerra contra los desocupados está en marcha. “Para el 1 de julio deberá estar concluida una depuración de los padrones para que solamente conserven el subsidio aquellos que estén en condiciones de cumplir una contraprestación laboral” (Clarín, 29/4). Un reempadronamiento similar, de la provincia de Buenos Aires, limpió de un plumazo la mitad del padrón. En lugar de acabar con la desocupación, pretenden “salir del plan Jefes”.


 


Este anuncio es el preludio de una nueva “carta de intención” con el FMI, porque implica un ajuste a plazo en las cuentas fiscales. Pero es también un regalo en bandeja de plata a los capitalistas. Pretende deprimir el movimiento salarial alcista, expresado en el ascenso de luchas de la clase obrera.


 


Afecta a toda la clase obrera, a los que hoy están ocupados y mañana pueden no estarlo.


 


El Seguro al Desocupado, o al parado, como se lo llama en otros países, tiene que abarcar a todos los desocupados, jóvenes, madres, mayores de 50 años, como a los demás trabajadores que transitoriamente no tengan trabajo. Su reinserción laboral debe estar a cargo de una bolsa de trabajo bajo control de las organizaciones obreras y piqueteras, y la capacitación deberá estar a cargo de las empresas con salario pago en horario de trabajo, bajo convenio.


 


Los convenios tuvieron durante épocas la figura del aprendiz, con salario y por tiempo determinado, a partir del cual entraban en la categoría correspondiente al oficio y sección. Las empresas más grandes deben tener escuelas de oficios internas, en particular frente a las nuevas tecnologías. El importe de un Seguro al Desocupado jamás puede ser inferior a un 80% del salario mínimo vital y móvil.


 


Un seguro de este tipo reforzaría la fuerza social de la clase obrera para luchar por sus condiciones, reducir la jornada y con ello crear puestos genuinos.


 


El Polo Obrero impulsará a la masa de los beneficiarios de los planes y a todos los desocupados, para luchar por un seguro universal al desocupado, sin distinción de edad ni carga de familia, de por los menos 350 pesos, con capacitación garantizada por las empresas, con salario de convenio y a cargo de la patronal. Por el pase a planta permanente de todos los planes que prestan servicios en el Estado, por el reparto de las horas de trabajo y un plan nacional de obras bajo control obrero. El plan de lucha piquetero tendrá la llave de su victoria organizando a todos los afectados y ganando a la conciencia de esta lucha a todos los trabajadores.