Políticas

20/10/1994|430

El día después

La modorra y la tranquilidad siestera del provinciano, satirizada hasta el ridículo en las anécdotas y tiras cómicas de los medios, en nuestra ciudad, como otras del interior, el 30 de agosto de 1994 quedó desmistificada.


¿Qué bicho raro o tábano sin su parte trasera, tuvo la gracia de modificar la siesta y la tan remanida frase de que aquí no pasa nada? Sí, los insectos, y en gran número, que motivaron el levántate y échalos, tenían nombre y apellido: D.G.I.


La magna movilización, generada por la presencia de los insectos de MENEM-CAVALLO, logró reagrupar a comerciantes, obreros, desocupados y pueblo en general en un solo puño; muchos se preguntarán y se preguntan, cuál fue el factor aglutinante de esta masa heterogénea de compañeros lanzada a las calles a manifestar por sus derechos; y la respuesta es una sola: el 80% de la sociedad es atacada a diario por este plan económico hambreador y excluyente, y  cuando surge la posibilidad de expresarse masivamente, el pueblo no la desaprovecha y golpea.


El Partido Obrero apoya incondicionalmente este movimiento espontáneo y se permite denunciar, ante el silencio y la complicidad de todo el arco político, que esta maratón policíaca de los agentes de la D.G.I. responde exclusivamente a llenar el enorme hueco financiero del quebrado plan de convertibilidad.


Compañeros, hay que señalar crudamente y sin medias tintas que la posición tomada por los concejales, intendente y Romero Feris no solucionan ni dicen nada. Concejales, intendente y gobernador han coincidido en la suspensión transitoria de las medidas confiscatorias que los agentes de la D.G.I. deben realizar.


Algunos de ellos han aventurado decir que gestionarán algo en Buenos Aires o que es tarea parlamentaria de largo plazo; tonterías, qué gestión o tarea parlamentaria se puede hacer cuando todos y a boca suelta vociferan como cacatúas que no hay otro plan y todos los partidos patronales han votado en el parlamento y el senado este plan de expropiación a trabajadores y productores.


Tampoco se trata de cuestionar la metodología del operativo, si es con policía o sin policía, o si es con prepotencia o con lenguaje académico.Compañeros, démosle un coco refrescante al que plantee este soberano disparate; el eje de la cuestión es si nos meten la mano en el bolsillo y nos esquilman los cuatro mangos locos que podamos tener.


Compañeros, todo movimiento se demuestra andando, no lo detengamos, profundicémoslo, no deleguemos en funcionarios nuestro accionar, ellos ya han demostrado sobradamente que no defienden nuestros intereses, mantengamos con todas nuestras fuerzas la independencia política.


El desafío no es menor, mañana volverán y sólo si nos encuentran unidos como ayer y con las ideas claras podremos enfrentarlos; no es casualidad que todos los pueblos del interior hayan reaccionado de la misma manera, lo menos que podemos hacer, en nuestra región, es debatir un plan de lucha y coordinar con cada pueblo vecino un accionar conjunto de medidas de acción directa acorde con las circunstancias que se presenten.