Así como el sistema de salud de la Argentina ya está colapsado antes del impacto de cualquier pandemia por la falta de insumos y elementos de protección para médicos y enfermeros, el sistema de transporte colapsaría si se sigue pretendiendo excluir más actividades de la cuarentena, porque sería imposible mantener las prevenciones para evitar riesgo de contagio, fundamentalmente que los usuarios viajen sentados. En otras palabras, trenes, colectivos y subte se convertirían en vehículo seguro de un salto exponencial en la transmisión del virus.

En línea con la ofensiva de la Unión Industrial y la burocracia cegetista en pos de la flexibilización de la cuarentena, las jefaturas de Trenes Argentinos comenzaron los dispositivos para reincorporar personal licenciado al servicio.

En la línea Roca, la jefatura de los talleres de Remedios de Escalada ya cursó la citación a todo el personal a retomar tareas por tandas desde el lunes, con excepción de los grupos de riesgo. En el depósito de Llavallol se convocó a todo el personal desde el domingo y en Tolosa otro tanto. En estos sectores sería suficiente una guardia mínima, en lugar de concentrar trabajadores en los galpones.

En el sector operativo, la empresa resolvió abandonar los diagramas de emergencia y volver a los diagramas de días normales a partir del lunes, para lo cual dispuso traslados de dotación de personal de guardas para cubrir a los licenciados mayores de 60 años o con patologías de riesgo. Inclusive evaluó subir a brigadistas (ayudantes de guardas) por medio de una instrucción "exprés" para que estén en condiciones de cumplir la mayor función.

En el área de infraestructura, se convocó a contratistas que tenían suspendidas las obras a retomar las tareas desde el lunes. En el área comercial, también están citando a los boleteros.

En palabras del ministro de Transporte, Mario Meoni, el transporte público de pasajeros congrega a 4,5 millones de usuarios diarios en épocas normales y se redujo a 600 mil durante la cuarentena. 100 mil más durante los días de cobro de jubilados y AUH (que se hicieron sentir). La previsión de transportar alrededor de 2 millones de personas (primeras estimaciones volcadas en conferencia de prensa) sería directamente un salto al vacío.

Sin embargo, el sector del gabinete económico de Alberto Fernández sumó al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y al propio Meoni, al lobby interesado en liberar cada vez más actividades de la cuarentena.

En síntesis, Trenes Argentinos promueve la vuelta al trabajo y expone a contagio a mayores contingentes de trabajadores, sin que la Unión Ferroviaria abra la boca ni presente objeción.

Desde el principio de la cuarentena, fueron los trabajadores quienes llevaron adelante la lucha por las medidas sanitarias frente a la pandemia, ahora debemos impulsar comisiones electas por los compañeros en cada sector y especialidad para defender las condiciones de prevención, contra la ofensiva empresaria que privilegia el lucro sobre la salud de usuarios y trabajadores.