Políticas

20/3/2003|793

El discurso integro de Jorge Altamira

Compañeras y compañeros:


Este es nuestro grito (“Luchar, vencer, obreros al poder”, coreado por la multitud), éste fue nuestro grito, éste será nuestro grito. Somos un partido de una sola pieza y luchamos por la conquista del poder político para la clase obrera, para la clase que produce, que trabaja y que enriquece, y para terminar con la clase parasitaria que ha destruido los cimientos de la nación argentina.


Elecciones contra los trabajadores


Compañeras y compañeros: todos sabemos que las elecciones convocadas para el 27 de abril son elecciones convocadas contra los trabajadores y contra el pueblo argentino. Son elecciones convocadas por los representantes de la vieja política repudiada en esta Plaza el 19 y 20 de diciembre del 2001. Son elecciones convocadas por los agentes del Fondo Monetario Internacional, son elecciones convocadas por los que han saqueado al país. Tienen por finalidad legitimar a estos viejos políticos, tienen por objetivo devolverles el pleno poder a los representantes de los grandes intereses económicos, a los cuales el pueblo repudia y que son los responsables de la bancarrota económica, social y política de la Argentina.


Compañeros y compañeras: ¿cómo se representan ellos este panorama?


Ellos se lo representan de la siguiente manera. Ellos dicen: controlamos el poder económico, nos apoyan los capitales internacionales, manejamos los medios de comunicación; valgámonos de todo eso para convocar a ele cciones, legitimar a los viejos políticos quebrados de este país y derrotar la rebelión popular y el reclamo de que se vayan todos, que es un reclamo unánime del pueblo argentino. Esta es la finalidad de las elecciones, por eso estas elecciones fueron pedidas por el FMI. No son elecciones libres ni democráticas, y si no que lo diga Barrionuevo, un hombre que con plata se compró en el pasado un sindicato, más adelante una obra social y de salud, y después se compró el PJ de Catamarca; se lo compró a otro compinche de él, Saadi, se compró un partido, se compró los medios y dijo: vamos a ganar “democráticamente” las elecciones en Catamarca.


¿Qué diferencia hay entre Barrionuevo y Kirchner? Ninguna. Kirchner tiene 500 millones de dólares de regalías petroleras de Santa Cruz, guardados en Suiza; los controla él y su mujer, Cristina, porque los auditores de las cuentas públicas de Santa Cruz son hombres de Kirchner, y con esa plata compran los medios, con esa plata montan las campañas, con esa plata montan las encuestas. ¿Con qué objetivo? Con el objetivo de arrancarle el voto popular a este pueblo, legitimarse y decir: “¿Dónde está la rebelión del 19 y 20, dónde está la lucha piquetera, dónde está el que se vayan todos? ¡No!, nosotros somos los legítimos”, dicen ellos, “hemos convocado a elecciones, hemos recibido el voto, a partir de ahora vamos a usar la autoridad política restablecida por el Estado para limpiar la calle de piqueteros, para echar a los trabajadores que ocupan fábricas vaciadas y las ponen en funcionamiento, para seguir reprimiendo a los compañeros de las asambleas populares”.


Estas elecciones, detrás de su aspecto democrático formal, detrás de su aspecto representativo, fueron convocadas de urgencia como último recurso de los grandes capitalistas para derrotar la rebelión popular del pueblo argentino; ésa es la opinión del Partido Obrero sobre esta enorme estafa política que el viejo régimen y los viejos políticos le quieren imponer a nuestro pueblo. ¡Por eso participamos de la campaña electoral! Hemos levantado esta tribuna, recorreremos el país e iremos casa por casa para desenmascarar a estos políticos truchos y corrompidos, responsables de la entrega del país, de su bancarrota, de la disolución social, del hambre y la miseria de millones de compañeros, y de la muerte prematura de nuestros niños. Y cuando digo que esta finalidad política, enemiga de la rebelión popular, es común a todos los candidatos, me refiero a todos los candidatos sin excepción. No me refiero sólo a Menem, que es una carta conocida; me refiero a todos los demás que hoy atacan a Menem, pero fueron hombres del menemismo. Verla a Chiche Duhalde por televisión, enojada contra Menem, provoca casi malestar; Duhalde fue vicepresidente de Menem, Duhalde fue vicepresidente cuando se entregó este país a los Telecom, a cambio de papeles inútiles y desvalorizados de la deuda externa; Kirchner era gobernador con Menem, estuvo en las listas de Menem. La mayor estafa en este país la hizo el grupo duhaldista. Para ir con Menem, le pidió a Menem un aporte de 600 millones de dólares, llamado Fondo Histórico de Reparación del Conurbano… y cualquiera que va por el conurbano me puede decir qué diablos de reparación hay en el conurbano… Y ustedes se podrán imaginar adónde fueron a parar los 600 millones de dólares del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano. Rodríguez Saá, agente del menemismo, 18 años gobernador de San Luis, represor de los docentes, este hombre que habla de lo nacional y lo popular, es el único, el único gobernante de Argentina que impuso el sistema de privatización de escuelas, llamado “escuelas charter” que es el programa del presidente norteamericano George Bush para la privatización de las escuelas de EE.UU. Y este hombre dice que es nacional y popular y lo lleva a Moyano que es nacional y popular, y lo lleva a Rico que es recontranacional y popular pero estuvo de acuerdo con todos los pactos que Alfonsín y Menem firmaron en Londres por la explotación conjunta de las aguas que rodean a las Islas Malvinas, reconociendo la usurpación británica de las Islas.


Hay que ir casa por casa; y nosotros los militantes del PO somos los que estamos en mejores condiciones de hacerlo, porque en este acto multitudinario están presentes los luchadores de todas las barriadas del Gran Buenos Aires, desde Berazategui hasta Los Hornos en La Plata, Lomas, Solano, Avellaneda, Lanús, San Martín, Moreno, Merlo, Morón, Rafael Castillo, La Matanza, Laferrere…, acá está la clase obrera combativa, que mañana empezará casa por casa a decirles a los compañeros que manden al carajo a los partidos patronales y vengan en masa a derrotar a estos partidos votando y organizándose con el Partido Obrero.


La centroizquierda contra la rebelión popular


Y también, por qué no, la candidatura de Carrió, a quien no se le ha ocurrido otra cosa que llevar como candidato a vicepresidente a un hombre del partido conservador de Mendoza, de la oligarquía mendocina, un partido que apoyó hora por hora, día por día, semana por semana, mes por mes y año por año hasta el último día a la dictadura militar de los Videla, de los Viola, de los Galtieri y de los Bignone; ése es el candidato de la demócrata Elisa Carrió.


Compañeros, todavía en algunos países del mundo hay centroizquierda; Argentina es uno de los pocos países del mundo donde la centroizquierda prácticamente no existe. ¿Y quieren que les diga por qué todavía existe centroizquierda en otros países y aquí la centroizquierda es un cadáver que lleva el rostro desencajado de un Kirchner o que lleva el rostro de una Carrió?; ¿saben por qué es un cadáver? Porque en Argentina, a diferencia de muchos otros países del mundo, existe un movimiento piquetero independiente de los partidos patronales que lucha por sus propios objetivos estratégicos. La centroizquierda no tiene la base popular que todavía puede reclutar en otros lugares. Esto es una conquista histórica de Argentina; tener un movimiento de lucha bancado por el sector más sufrido del pueblo, que es al mismo tiempo independiente de burócratas, de patrones, de capitalistas y de partidos podridos. Como me decía una compañera de Lomas, recién: los compañeros de nuestros barrios, en Lomas, distinguen perfectamente a un puntero de un luchador del Polo Obrero. Un pueblo que distingue eso, ya tiene el 80% del camino de la victoria recorrido.


Quieren reconstituir el poder político de ellos y decirnos a nosotros, mojándonos la oreja: “¿Y, pibe, dónde está la rebelión popular?” Inclusive, veo a veces a articulistas de Página/12 que dicen: “¡Ay, los que descontaban prematuramente una victoria!” Son esos periodistas a los cuales una victoria del pueblo les produce de inmediato un ataque de hepatitis C. Viven explotando nuestras penurias, viven denunciando penurias nuestras, se quejan de nuestros niños desnutridos pero no quieren que no haya más niños desnutridos, porque entonces ya no tendrían de qué quejarse. No quieren la victoria de los trabajadores, porque la victoria de los trabajadores es el derrocamiento de los capitalistas; entonces montan esta campaña para mojarnos la oreja. ¿Y la rebelión popular? “¡Ah, bueno! – dicen – , quedará en algún libro de historia, quedará en la memoria, ustedes la podrán celebrar, pero esa rebelión popular no existe más como factor político; vamos a hacer elecciones para enterrar mediante el voto de ustedes mismos la lucha de ustedes”. ¿Entienden la patraña? Enterrarnos a nosotros con nuestros propios votos. Hay que enfrentar esto, hay que dar la batalla franca, hay que desenmascararlos.


Y ya descuentan lo que van a hacer con su “victoria”, no sólo porque firmaron un pacto con el FMI, sino porque ese pacto con el FMI tiene cláusulas secretas muy claras: la línea de salida de la crisis económica de todos los candidatos, desde este desvencijado Leopoldo Moreau hasta Menem, la de todos, es la reconstrucción del sistema bancario con plata del Estado, la reconstitución del patrimonio del capital financiero y de los capitalistas quebrados. Lean los diarios de hoy; todos dicen: el presidente del Banco Central fue al Senado a decir que la tarea prioritaria es recomponer el capital de los banqueros. ¿Qué significa recomponer el capital de los banqueros? Significa más miseria social para el pueblo argentino, confiscación de los ahorristas, confiscación de los deudores hipotecarios, reducción de los salarios, mayor desocupación: ésta es la línea de salida de ellos, para eso quieren ganar las elecciones.


Tenemos que ir casa por casa a desenmascararlos. Por eso hemos venido a levantar una tribuna electoral y por eso venimos a dar una batalla electoral. Tenemos que arrancarles, uno a uno, el voto de cualquier trabajador que pueda encontrarse confundido, y tenemos que transformarnos en sus dirigentes.


Y escuchen bien: no nos falta capacidad. Compañeros: no nos falta capacidad, la mitad de este país come por los comedores y merenderos del movimiento piquetero, buena parte de este país produce por las fábricas ocupadas por nuestros trabajadores. Nosotros, nosotros somos los artífices. Lo que debemos comprender es que tenemos que generalizar esta lucha y que nuestro objetivo está atrás de este cartel y no vamos a parar hasta llegar al objetivo que está detrás de este cartel: la Casa Rosada va a ser de la clase obrera en esta generación; la Casa Rosada va a ser de la clase obrera en esta generación. Por eso esta Plaza está llena de piqueteros.


Compañeras y compañeros, esta Plaza está llena de piqueteros porque está llena de las mujeres y de los hombres que han comprendido que la más elemental de sus necesidades sólo puede ser satisfecha por la conquista del poder político por parte de los trabajadores. Este es el avance de nuestro pueblo, y de este avance no nos bajamos; este avance está representado en esta multitudinaria Plaza de hoy.


La descomposición de los viejos partidos


De todos modos, compañeros, no demos por el pito más de lo que el pito vale. Estos políticos corrompidos que pretenden reconstruir el poder del Estado para atacarnos, están ellos mismos en un estado lamentable. No les han quedado partidos; la Ucr no existe, tiene un candidato oficial sobre el cual se hacen chistes por cuánto va a perder y tiene otro que no es oficial pero que lo vamos a bautizar hoy, en esta Plaza, “el candidato del preinfarto”, porque nadie se dio cuenta hasta ahora de que López Murphy es el candidato del preinfarto. No es cierto que la primer rebelión popular en la Argentina se produjo el 19 y 20 de diciembre: la primera rebelión popular se produjo en marzo del 2001, cuando López Murphy como ministro de Economía anunció que iba a bajar los salarios y el pueblo salió a la calle y volteó a López Murphy. Como no se ocupó la Plaza de Mayo, como no hubo un levantamiento, nadie registró el infarto; es lo que se llama un preinfarto; pero como no registraron el preinfarto de marzo; se chuparon el infarto completo de diciembre del 2001. Pero López Murphy, cara nueva, es el hombre del preinfarto.


El Pj… No es cierto que el Pj esté dividido en tres: está dividido en cuarenta. Dividido en tres a nivel nacional, ya en la provincia está dividido en seis candidatos a gobernador…


Es decir que no ha tenido las condiciones políticas para atacar a fondo a los trabajadores y llevar adelante el programa del FMI. Están hechos pelota, y están hechos pelota porque la Argentina que ellos organizaron está en bancarrota, porque este sistema social está agotado y porque la conciencia de la rebelión popular sigue presente en los trabajadores argentinos, como lo demuestra Sasetru, una fábrica inactiva durante 20 años, que está siendo puesta en funcionamiento por los trabajadores de la Interbarrial de Avellaneda, por los trabajadores del Polo Obrero de Avellaneda y de Lanús, por los ex trabajadores de Sasetru, y donde el Partido Obrero ha declarado que asume la completa responsabilidad de ayudarlos a llegar a la victoria final, total, que es la expropiación de la fábrica para su gestión por los trabajadores.


La rebelión está presente y no es moco de pavo, compañeros. Sasetru, en su época, fue la primera empresa exportadora de aceite de la República Argentina, y Argentina es el primer exportador mundial de aceite. Estamos metiendo el dedo en el centro de las operaciones capitalistas o de lo que fueron sus negocios, y estamos procediendo a una reconstrucción social y política. ¿Qué significa, si no, que una gran fábrica sea reconstruida por los trabajadores, como ocurre con Lavalán, como ocurre con Chilavert, con Brukman, con Grissinópoli, como ocurre con la Clínica Junín de Córdoba, con Zanón? ¿Qué significa? Significa que hay una clase social que está dispuesta a reconstruir la nación entera bajo su propia gestión, con sus propios métodos sociales. No hay que exhortar a los trabajadores a desarrollar un espíritu de dirección y de transformación social, ya están desarrollando y están enseñando al país entero cómo se reconstruye una nación, expropiando a los capitalistas y poniendo la producción bajo la gestión no de los parásitos que roban, sino de los trabajadores.


Esta descomposición de los partidos que quieren reconstruir el Estado para llevar adelante la política del FMI se acaba de manifestar en Catamarca, cuando un tipo se puso a quemar urnas y ahora les dice a los senadores que lo vayan a cuestionar, que les va a sacar la libreta donde tiene anotados sus negociados. ¡Qué clase unida la clase capitalista!


Una vez había un tipo que decía que la clase capitalista estaba unida por los negocios. El hombre no entendía ni de capitalistas ni de negocios: se están matando porque, además, son los últimos negocios. Ellos huelen el final de su régimen; y cuando hay un final de régimen los viejos explotadores, los viejos poseedores empiezan a echar zarpazos para llevarse lo que queda, no sea que el régimen se caiga, se vaya, y ellos se hayan olvidado de meter algún pedazo de torta en el bolsillo. Estamos en un punto de decadencia total. Tenemos que decirles a los trabajadores que si votan a estos partidos no sólo viene el FMI de nuevo, como ya está, sino para aplicar un programa más duro, y que vienen ladrones más ladrones. Y cuando nos preguntan cómo sabemos que va a ser así, les contestamos: “Esperen que Barrionuevo saque la libretita y van a ver cómo ellos mismos se van a denunciar por sus propios negocios”.


En medio de la quema de urnas de Catamarca, el señor Duhalde cometió un delito político, porque sacó un decreto de necesidad y urgencia que le otorga a los pulpos mineros estabilidad impositiva y cambiaria; es decir que no se les puede aumentar los impuestos y se les garantiza un tipo de cambio alto para sus negocios; no se les puede nunca más tocar esos dineros. ¿Y dónde están los pulpos mineros?: en Catamarca. ¿Y quién es el hombre de los pulpos mineros?: Barrionuevo. ¿Y qué hace Duhalde?: sacar el decreto que los pulpos mineros que están con el que quema las urnas le estaban pidiendo. ¿Y dónde más hay pulpos mineros? En Santa Cruz. En Santa Cruz, donde los pulpos mineros y Repsol tienen al candidato Kirchner, monigote de la centroizquierda, de lo nacional y popular, apoyado por el Frepaso, o por lo menos por una parte del Frepaso. Es decir, compañeros, que enfrentamos un régimen en descomposición, un régimen que según un columnista de un diario de hoy, puede terminar el 27 de abril quemando las urnas si no le gustan los resultados. Cuando un régimen se hunde de esta manera es señal de que hay una clase que se agotó, que se terminó, y que las cosas están maduras para que una nueva clase tome el poder; y si esa clase no toma el poder, esa clase pagará las consecuencias, las pagará con más sufrimiento, las pagará con más dolor y las pagará con más lágrimas. El pueblo argentino no queremos ni más dolor, ni más lágrimas, ni más sufrimiento, ya tenemos bastante con lo que hemos sufrido hasta ahora; por lo tanto, por la vía de la lucha, de la organización política y una dirección revolucionaria, nos candidateamos al poder en la República Argentina.


Compañeros, todo lo anterior significa que vamos a tener una campaña electoral “movida”, porque en la campaña electoral se va a reflejar el drama popular, la voluntad de lucha del pueblo y la descomposición de los representantes de los explotadores y de los propios explotadores; y el pueblo va a ir aprendiendo, y la campaña electoral que ellos concibieron como un método para reconstruir su propio poder contra nosotros, puede llegar a transformarse en un factor que acelere la descomposición política de ellos. ¿Y cómo vamos a saber que está ocurriendo esto mismo? Lo vamos a saber de una sola forma: estando todos los días en la calle, hablando con los compañeros, ganándoles eventuales votantes a los capitalistas y trayéndolos para nosotros; sacándoles base a ellos, mostrándoles a los compañeros que están huérfanos, y por medio de esa labor pedagógica, por medio de esa explicación constante, ir construyendo nuestro poder. Debemos atraer a nuestras filas a los mejores elementos, luego a las más grandes masas, aislar a los adversarios explotadores y por esa vía avanzar hacia la emancipación social y la libertad, que es la auténtica libertad, que es la libertad que se goza sin hambre, con salud, con educación y con posibilidades de creación.


Socialismo o barbarie


Compañeras y compañeros: el Partido Obrero se va a distinguir en esta campaña electoral por el hecho de que todos los días y a todas las horas – y no se nos va a olvidar ni un instante – , lucharemos contra la guerra, lucharemos en la campaña electoral contra la guerra. Desde este territorio nuestro, tan alejado de Medio Oriente, mostraremos que la conciencia que tenemos del crimen de la guerra no está condicionada por las distancias y la geografía sino por el nivel de la conciencia de nuestro pueblo. Lucharemos contra la guerra porque es una guerra del imperialismo, es una guerra de sojuzgamiento, es una guerra que toma como pretexto la crisis de Medio Oriente para diseñar un plan de dominación capitalista-imperialista en todas las naciones del mundo, y en especial las más débiles, incluida la Argentina. La guerra, compañeros, es un recurso último, es un recurso final, y este capitalismo mundial que es capaz de enviar satélites al espacio, que es capaz de hacer operaciones quirúrgicas por medios distantes y pantallas televisivas, que es capaz y fue capaz de desarrollar la energía nuclear, y la informática; que fue capaz de tantas proezas, este régimen que se jacta de todo esto, es un régimen moribundo, porque todas esas conquistas son incompatibles con su existencia, y para sobrevivir necesita quebrar pueblos e ir a la guerra.


El pobre Bush ha hecho de todo por evitar la crisis en los EE.UU.; por ejemplo, a nosotros, o a Lavagna, le dice: “Lavagna, no me vayas a caer en el déficit fiscal, mirá que si me caés en el déficit fiscal, te volteamos”. El, en los Estados Unidos, va por el segundo déficit fiscal y se va acercando a los 600.000 millones de dólares, pero la economía norteamericana no levanta, entonces se ha empezado a devaluar el dólar, como Remes Lenicov – y acá ¡cómo le “daban” a Remes Lenicov! El dólar ya está devaluado un 20% desde enero, para vender más al exterior; pero no venden más al exterior, se están cayendo las empresas, hay pérdidas de 60.000 millones de dólares de uno, de 30.000 millones de dólares de otro, crece la desocupación, las medidas económicas no sirven para nada, tienen economistas para tirar al techo, y no hay resultados. Entonces, van a la guerra, a dominar el mundo por la fuerza, para privatizar las jubilaciones en todos lados, reducir los salarios, aumentar la flexibilidad laboral; o por ejemplo, lo que está pasando con la Fiat de Italia, ¿no es una lucha del pulpo Fiat por despedir trabajadores de la Fiat en Italia e imponer la flexibilidad laboral? O los despidos en masa que hay en este momento en Francia. Esta crisis mundial en general, demuestra que el mundo es Argentina, y si el mundo es Argentina el mundo terminará en un Argentinazo, con todos los trabajadores del mundo gritando, como desde esta tribuna, que se vayan todos, que se vayan todos, por un gobierno de trabajadores.


Vamos a luchar contra la guerra porque los candidatos oficialistas son todos belicistas. Cuando Menem mandó las tropas al Golfo, el Congreso argentino de aquella época no movió ni un dedo para impedirlo; Duhalde ha hecho acuerdos secretos con el gobierno norteamericano para apoyar la guerra. ¿Quién lo dice? ¿Altamira, el Partido Obrero?: no, lo dice Joaquín Morales Solá en La Nación; el mismo que dijo que habían sobornado al Senado, ¿y alguien desmintió a Morales Solá? No, nadie lo desmintió. Argentina y Duhalde están en la guerra, en la guerra contra el pueblo argentino y en la guerra contra los pueblos del mundo, y lo mismo Kirchner, lo mismo Rodríguez Saá. Están en la guerra porque no se pueden desprender de su amo norteamericano.


Vamos a luchar contra la guerra y voy a decir algo más, que también pueden leer en el periódico Prensa Obrera. La consigna de Bush para justificar la guerra ya no es el desarme de Saddam Hussein y de sus supuestas armas de destrucción masiva; la consigna de Bush es que hay que cambiar de régimen, hay que cambiar el régimen político de Irak. ¡Bravo, Bush! Lo mismo van a decir mañana sábado, los dos millones que en Italia van a pedir el cambio de régimen de Berlusconi; los dos millones que mañana van a pedir que lo echen a Blair y el cambio de régimen en Inglaterra; lo mismo los dos millones de españoles que quieren echar a Aznar y el cambio de régimen en España. Bush, ¿querés jugar al cambio de régimen? Desde Buenos Aires, desde la Plaza de Mayo, desde el Partido Obrero, te recogemos el desafío: vamos a ver qué régimen tuyo va a sobrevivir a esta guerra imperialista. Nosotros vamos a luchar para voltear a todos los regímenes responsables de la masacre inminente de millones de niños, de millones de mujeres y de millones de hombres.


Las elecciones y el poder


Yo me imagino que en esta multitud debe haber algún compañero que es la primera vez que viene a un acto del Partido Obrero, e incluso, que es la primera vez que viene a un acto; y yo me imagino que esa/e compañera/o debe estar sorprendido, y debe decir: “¿Cómo, esto es un acto electoral?” Por ahí creían que un acto electoral era decir: “Dale con esto, dale con el otro, choripán a 0,10 peso, vamos que ganamos, mañana estamos mejor”. Ese compañero se va a sorprender. “¿Cómo, esto es un acto electoral?” Pero para el Partido Obrero no hay actos no electorales y actos electorales. Para el Partido Obrero hay una sola cosa, la lucha sistemática contra la explotación y por la emancipación social y nacional. Entonces, los actos electorales tienen esta dimensión también, y vamos a luchar contra la guerra. Esta generación no va a permitir que el imperialismo ensangriente el mundo como lo hizo en la Segunda Guerra Mundial y como lo hizo contra el recontrapobrísimo pueblo de Vietnam. Tenemos que enseñarle el camino de la derrota y el camino de la derrota del imperialismo es el camino del Que se vayan todos, Por una Asamblea Constituyente, Por un gobierno de trabajadores; sólo los trabajadores pueden construir la fraternidad entre los hombres.


Compañeros, como se habrán dado cuenta, para nosotros las elecciones no han suspendido, no han interrumpido, no han puesto un paréntesis en la enorme crisis política. La crisis política sigue en pie. Nosotros hemos luchado para que en lugar de estas elecciones, dirigidas y convocadas y manejadas y manipuladas y quemadas, como el caso de Catamarca, por los punteros del régimen, se convocara a una Asamblea Constituyente. Ellos aguantaron y van a estas elecciones divididos, quebrados, pero con la perspectiva de unificarse, de rehacer el poder, de atacar. Es una lucha. Nosotros vamos a estas elecciones no solamente a meter un presidente en la Rosada o un diputado en una Legislatura; vamos a estas elecciones con la misma consigna con que hemos venido luchando hasta ahora, y es: Que se vayan todos, se disuelva la Corte Suprema, el Poder Judicial, terminemos con el Senado trucho, y que se convoque a una Asamblea Constituyente que gobierne. Somos el único partido que dice cómo nos sacamos de encima este Poder Judicial corrupto que tiene cargadas sus espaldas de fraudes, confiscaciones, proscripciones y una cantidad de vidas de compañeros que no han sido castigadas, vidas terminadas por el gatillo fácil. Este es el camino, por eso el PO declara que su primera función de gobierno en los treinta minutos posteriores a la asunción del gobierno será llevar adelante el programa por el cual ha luchado el pueblo argentino: nacionalizar los bancos sin indemnización a los banqueros, bajo control obrero; aumentar en un ciento por ciento de los salarios; meter en las fábricas, empresas, oficinas y bancos a todos los compañeros desocupados, repartiendo las horas de trabajo, con un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar; romper con el FMI y terminar con la deuda externa usuraria; en treinta minutos se pueden redactar y firmar medidas correspondientes, pero terminados esos treinta minutos vendremos a la calle a llamar al pueblo argentino a que se movilice por una Asamblea Constituyente, y si esa movilización adquiere características gigantescas llamaremos a un plebiscito y meteremos una Asamblea Constituyente para que una nueva representación popular de las fábricas ocupadas, de los ahorristas confiscados, de los deudores que defienden sus viviendas, de los piqueteros, de las asambleas populares, de los sindicatos clasistas, del movimiento estudiantil que lucha, esos compañeros y esas organizaciones elijan una nueva representación popular, una Asamblea Constituyente que reorganice social, económica y políticamente a nuestro país en favor de los intereses de las mayorías y de la independencia nacional. Esa es la línea estratégica. Y a los que nos dicen que con esta política nos aislamos del mundo, yo les respondo: el tercer acto del Partido Obrero será convocar a una Conferencia Internacional de Estados y Pueblos de América Latina para discutir la unidad socialista de América Latina y terminar con 500 años de saqueo y explotación.


Nosotros o ellos


No es al Partido Obrero, no es a las luchadoras y luchadores piqueteros del Partido Obrero a quienes les falta un programa. No hemos ido a la escuela pero tenemos un programa, y nuestros adversarios están llenos de títulos pero son ladrones y analfabetos. ¿No demuestra esto qué clase está intelectualmente preparada y qué clase está quebrada? ¿Qué clase tiene una necesidad y por eso hacer trabajar la cabeza, y qué clase está quebrada y lo último que quiere hacer es movilizar el intelecto, porque sólo puede gobernar por medio de embrutecimiento? ¿No lo prueba el hecho de que en esta Plaza una multitud está escuchando un programa, y los pobres adversarios nuestros no pueden desde una tribuna juntar dos palabras que tengan un sentido programático coherente porque son mentirosos y estafadores de profesión? ¡Vamos Partido Obrero! ¡Vamos a ganar esta lucha como hemos ganado tantas otras luchas y como les volveremos a ganar!


Compañeras y compañeros, para hacer esta lucha más fuerte no vamos a dejar ni un momento, durante la campaña electoral, de desarrollar la gran alternativa de poder que está planteada en la convocatoria a un Congreso de trabajadores ocupados y desocupados, fábricas… que va a tener lugar a principios de abril. Vamos a hacer una campaña electoral, y a llamar a votar; y al mismo tiempo vamos a desarrollar ampliamente la unidad, la centralización, la organización nacional de los movimientos de lucha. No nos van a arredrar con estas vallas y con la guardia de infantería, no nos van a arredar con eso. Las necesidades de un pueblo no van a ser ahogadas por las guardias de infantería, las vamos a superar incorporando a millones de trabajadores a la alternativa de poder, en congresos, deliberaciones y asambleas. Hoy tenemos este acto, este acto es multitudinario: miren para los costados y para atrás y para adelante; esto es una conquista del pueblo argentino. A lo mejor los más chicos no lo saben, pero es el resultado de largos años de lucha, décadas. Y hoy tenemos un lleno en la Plaza de Mayo. No les digo lo que va a ser el acto de cierre cuando finalice la campaña…


Es un avance extraordinario. A este avance extraordinario se podían haber sumado organizaciones de izquierda a las que les propusimos un frente. ¿Pero están a la altura de la situación política estas organizaciones? ¿Tienen siquiera la menor idea del gigantesco problema de poder que está planteado en la Argentina, o están en el pequeño negocio de una banca parlamentaria, de un progreso a la sombra del Estado burgués? Porque se han atrevido, cuando nosotros les propusimos un frente para luchar contra los Kirchner, los Menem, los Carrió, los López Murphy, se han atrevido a vetarnos a nosotros, a nosotros que armamos esta Plaza, a vetarlos a todos ustedes. Querían un frente contra nosotros, un frente contra la vanguardia que lucha. Este acto supera y clarifica esa situación: llamo a los militantes de Izquierda Unida a que sancionen severamente a sus dirigentes responsables de la falta de unidad de la izquierda y se sumen a la campaña del Partido Obrero.


Una asamblea internacional


Compañeros, terminamos este acto como una asamblea. Miles de compañeras y compañeros han estado escuchando los planteamientos políticos del Partido, que ha estado tan ligado, sigue ligado y seguirá ligado a las luchas en las que estamos empeñados. Los han escuchado porque entre todos desarrollaremos este programa y entre todos construiremos una dirección. Queremos un liderazgo nuevo en la Argentina, un liderazgo socialista y obrero, una dirección, una fuerza ganadora; estamos para ganar y convoco a una inmensa movilización para derrotar a los ladrones, corruptos y políticos del sistema para ganarles en su propio terreno y abrir el camino para un gobierno de los trabajadores, con esta conciencia.


En otros países del mundo, en medio de un terremoto mundial, en vísperas de una tragedia, miles de millones en el mundo sienten y palpitan como nosotros. Por eso nosotros decimos que somos un partido y una clase internacional; los trabajadores del mundo son nuestros hermanos. Abajo las guerras, por la victoria.


Nada más, compañeros.