“Starbucks en la jaula de los leones”

Cuando a mediados de 2016 el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta anunció el fin de la concesión y la estatización del Zoo para convertirlo en un Eco Parque, lo hizo resaltando la necesidad de, en primer lugar, proteger a los 1500 animales que eran exhibidos en el Zoo porteño, que se encontraban en pésimas condiciones y, en segunda instancia, darle al nuevo parque un carácter educativo sobre el cuidado del medio ambiente. A 2 años del anuncio ya podemos vislumbrar el verdadero Eco Parque PRO, el cuidado de animales y medio ambiente fueron solo un pretexto para negocios privados con el espacio público.

“Eco Paseo” de compras y comida

El proyecto que Rodríguez Larreta envió y al que dio media sanción la Legislatura otorga, en concesiones de hasta 20 años, 18 edificios declarados patrimonio histórico nacional que ocupan el 20% de las 18 hectáreas del Ex Zoo. Los usos que permite el proyecto son prácticamente todos, ya que en su artículo 5° admite “servicios y propuestas complementarias que mejoren la experiencia del visitante y, en general, todas aquellas que permitan posicionar al predio como paseo familiar de referencia”. Un “Eco Paseo” de compras y patio de comidas temático.  

Violación de la normativa

Además de la violación del patrimonio histórico nacional, las concesiones violan la normativa de la Ciudad. El predio del ex Zoo está zonificado como Urbanización Parque (UP) y el Código de Planeamiento Urbano vigente no permite concesiones ni explotaciones, solo “obras de exclusiva utilidad pública”.

Animales: out

Además, en su letra especifica que estos recintos deben estar vacíos, sin los animales que actualmente los habitan. Es por eso que se ha desatado una carrera improvisada y cruel para deshacerse de animales que en una gran porción no pueden ser trasladados por su estado de salud y su imposibilidad de reinsertarse en un ámbito distinto. La muerte de ciervos, peces, loros, el intento de trasladar lobos marinos ciegos a Mundo Marino y hasta la idea de “eutanasiar” -asesinar- a 200 tortugas marinas para “hacer espacio” son una muestra de hasta dónde el interés económico capitalista está divorciado de cualquier posibilidad de protección a los animales y el medio ambiente.

Los animales que sobrevivan a esta verdadera hecatombe –en teoría el Eco Parque albergaría especies autóctonas- estarán en nuevos recintos, otro negocio para los contratistas amigos de Larreta. Las denuncias por sobreprecios llegan hasta las cajas en las cuales son trasladados los animales. 

Trabajadores

Los trabajadores no la están pasando mucho mejor. Cuando terminó la concesión los pasaron a una planta transitoria del GCBA, sin estabilidad y perdieron progresivamente su nivel salarial, ya de por sí bajo. Son la única garantía del bienestar de los animales y sufrieron amenazas de despidos y traslados compulsivos cada vez que se opusieron a los manejos irresponsables de los funcionarios de Larreta en defensa de los animales. Todos estos ataques fueron avalados por la burocracia de Sutecba.

Por un verdadero Eco Parque

Esta verdadera brutalidad contra animales, trabajadores y el patrimonio de la Ciudad fue aprobada no solo con los votos del oficialismo, sino también del bloque de Martín Lousteau, del Partido Socialista de Roy Cortina y del legislador de Massa-Stolbizer. Gabriel Solano, del Frente de Izquierda, denunció esta nueva privatización del espacio público y la situación de los trabajadores y animales: “Rodríguez Larreta quiere poner un Stabucks en la jaula de los leones”, graficó. Un verdadero Eco Parque educativo y para el cuidado de especies en peligro solo podrá venir de la mano del respeto a los animales que no pueden ser trasladados, a las condiciones laborales de los trabajadores y el patrimonio histórico de la Ciudad. Desde el Frente de Izquierda impulsaremos una campaña para rechazar este engendro privatista y movilizar a la audiencia pública que debe realizarse antes de la segunda votación de la ley.