Cuando fue separado de su cargo el Juez Luis Arias por un jury promovido por el Consejo de la Magistratura bonaerense, desde el Partido Obrero denunciamos que era un paso a favor de la regimentación de la justicia a Macri y Vidal, pero también al PJ. Algunos fallos recientes del juez (tarifazos, descuentos a docentes) habían incomodado al gobierno de Cambiemos, mientras su fallo reconociendo por lo menos 89 muertos en la inundación platense, y por ende la existencia de un operativo de encubrimiento en manos de los entonces gobernador Daniel Scioli y el intendente Pablo Bruera, fue innegablemente un golpe a esos gobiernos, dictado al calor de la intensa movilización política de la población de La Plata por justicia y para que no se repita un crimen social como el del 2 de abril de 2013.

“Ya no sos igual…”

Ahora, desde el llano, y lanzado a una pre-candidatura a intendente por el lema pejotista “Patria Grande”, Arias ha aparecido en actos políticos rodeado de figuras vinculadas a Bruera y Scioli, señalados por las organizaciones de inundados como responsables del desastre del 2 de abril y encubridores de las muertes. Al mismo tiempo, Arias se ha ausentado de todas las instancias de denuncia de los inundados contra el reciente juicio abreviado de la impunidad, que dio una condena menor a un funcionario municipal bruerista de tercera línea, dejó a los principales responsables sin investigar y se rehusó siquiera a escuchar los testimonios de las víctimas.

Parece que el ex- juez ahora aprendió “su lección” y no quiere incomodar más a sectores poderosos que podrían bloquear su acceso a nuevos cargos. Lo que llama la atención es que haya respondido al cuestionamiento de los miembros de asambleas de inundados, que ha tenido repercusión en distintos medios de la ciudad con la aparente descalificación de que los asambleístas “son todos del PO”.

Sin embargo, Arias sabe perfectamente que en asambleas convocadas para unir a los vecinos que han sido víctimas de las inundaciones conviven necesariamente personas de planteos políticos, historias militantes e ideologías muy diversas. Y el Partido Obrero apoya esas asambleas desde el primer día, llamando a impulsar la organización en cada barrio por justicia, por un justo resarcimiento de las víctimas de parte del Estado responsable por el desastre, por obras y prevención para que no vuelva a suceder, por el fin del COU de la especulación inmobiliaria descontrolada que largó Bruera y hoy defiende Garro y es el motor de la transformación de la ciudad en una trampa mortal para sus habitantes. Estamos presentes en cada movilización de ellos, como recientemente en la denuncia del juicio mordaza y en el último aniversario del 2 de abril.

Efectivamente fue nuestra banca del Frente de Izquierda la que propuso una audiencia en 2014 en la Legislatura para discutir las responsabilidades de la inundación y hemos sido también voceros de numerosos reclamos y denuncias de los inundados, a pedido de ellos, como recientemente el remate del municipio de terrenos fiscales necesarios para la absorción pluvial a favor de la inmobiliaria Dacal.

Todo esto nos llena de orgullo, porque nuestra militancia nos encuentra junto a los luchadores, nunca junto a quienes se valen de la impunidad para esconder sus crímenes contra el pueblo. Si hubiera sido efectivamente el Partido Obrero el que hubiera llamado la atención de que usted se rodea de quienes sus propios fallos han señalado como encubridores, eso no le quita merito a la denuncia. Pero han sido las propias víctimas las que lo han puesto de manifiesto. Es a ellas que Arias les debe responder.

Arias, que ha iniciado su carrera política junto al delegado papal Grabois, con brueristas y sciolistas reciclados, ha elegido el camino del oportunismo, que borra con el codo los fallos que firmó en el pasado.

 

Por el comité regional del Partido Obrero de La Plata-Berisso-Ensenada

8/4/2019