Políticas

9/6/2022

El FMI no acepta modificar sus metas anuales y exige redoblar el ajuste

Aprobó la primera revisión trimestral, pero hacia junio peligra el cumplimiento del programa.

Las dificultades para cumplir el acuerdo con el FMI implica más ajuste.

El FMI aprobó la primera revisión, correspondiente al primer trimestre 2022, del acuerdo arribado con Argentina; y, por consiguiente, enviará el giro previsto por USD 4.030 millones. Sin embargo, el cumplimiento de las “metas cuantitativas” del segundo trimestre está sumamente cuestionado, con lo que el Fondo aceptó reverlas, “manteniendo sin cambios los objetivos anuales del programa”.

En primer lugar, el FMI exigía una acumulación de reservas desde diciembre 2021 hasta marzo 2022 de USD 1.200 millones, la cual fue superada, alcanzando los USD 1.617 millones, tras el primer desembolso por USD 9.656 millones realizado por el organismo. No obstante, el objetivo fondomonetarista para junio 2022 es que la acumulación de reservas llegue a los USD 4.100 millones, algo difícil de cumplir puesto que al 31 de mayo esta se ubicaba en los USD 1.683 millones.

Como ya hemos señalado, el encarecimiento de los insumos importados -particularmente en la energía y en el costo internacional de los fletes-, sumado a la incesante fuga de capitales mediante distintos mecanismos han generado una sangría de divisas. Tal es así que mientras en el primer cuatrimestre ingresaron USD 27.681 millones a través de las ventas al exterior, el Banco Central logró un saldo neto comprador de apenas USD 1.027 millones en ese período. Vale aclarar que solamente el primer giro del FMI tuvo entre sus funciones contribuir a las reservas; los próximos deben ser utilizados pura y exclusivamente para afrontar los compromisos de pagos con el organismo, empezando por el vencimiento de USD 2.700 millones pautado para el 21 y el 22 de junio.

Frente a estas dificultades, la improvisación del gobierno es total: mientras evalúa reforzar algunos aspectos del cepo cambiario, limitando el dólar tarjeta y el acceso al mercado de cambio oficial para aquellas empresas que necesiten cancelar parte de sus deudas, le otorga mayor disponibilidad de divisas a determinadas ramas, como a la petrolera, con la expectativa de atraer inversiones. A su turno, la necesidad de recabar dólares para cumplir con las prescripciones del FMI llevará a un endurecimiento de las trabas para importar, agravando la recesión. Al mismo tiempo, el oficialismo buscará profundizar los emprendimientos contaminantes que son fuente de de divisas a costa de la destrucción del ambiente.

Por otro lado, el tope de asistencia del Banco Central al Tesoro fijado por el FMI es de $438.500 millones hasta fines de junio, sin embargo, al 31 de mayo los Adelantos Transitorios ascendían a $380.500 millones. Por lo tanto, en función de cumplir con las metas monetarias del Fondo, el gobierno apelará a un ajuste aún más profundo del gasto público como vía para reducir la emisión; sobre todo teniendo en cuenta que las últimas licitaciones de deuda para financiar el déficit fiscal no fueron muy exitosas.

Asimismo, para estar a tono con los lineamientos del FMI, el gobierno debería reducir el déficit primario a $566.800 millones hacia el 30 de junio. Un objetivo de difícil concreción, considerando el incremento de los subsidios energéticos, fruto de la disparada en el precio internacional de la energía que importamos, recalentado por la guerra entre Rusia y Ucrania. Como mencionamos al principio, a la luz de esta situación, el Fondo está dispuesto a “recalibrar” las metas trimestrales, pero manteniendo inalterable la meta anual. En criollo, el incumplimiento de junio deberá ser compensado con un mayor ajuste en la segunda parte del año.

Cabe destacar que una de las recomendaciones del FMI, a los fines de hacer cumplir su receta fiscal y de acumulación de divisas en el Banco Central, es que el gobierno contraiga nuevos préstamos con otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el BID, para financiar con ese dinero, por ejemplo, gastos de infraestructura y a la vez robustecer las raídas reservas. A todas luces, el acuerdo con el Fondo es un vehículo de mayor endeudamiento para el país.

Con todo, el programa fondomonetarista acentuará los padecimientos del pueblo trabajador, por eso urge enfrentarlo en las calles, peleando por un paro nacional y un plan de lucha.

 

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