Políticas

14/12/2022

El FMI se negó de nuevo a eliminar la sobretasa usuraria que paga Argentina

Hasta el momento, el país lleva gastados U$S 5.750 millones en concepto de intereses.

Kristalina Georgieva

El gobierno argentino volvió a recibir una negativa por parte del FMI frente al pedido de que se eliminen las sobretasas de interés que aplica el organismo sobre el préstamo contraído por el país. De esta manera, dicha deuda va agravando su carácter usurario, a costa de las condiciones de vida de la población trabajadora.

Los sobrecargos llegan al 6,44%, lo cual llevará los intereses del 2023 a U$S 2.436 millones, 30% más de lo que se pagó este año. Los mismos seguirán creciendo en la medida que la Reserva Federal de Estados Unidos tiene previsto continuar subiendo su tasa. Un negociado fabuloso para el FMI, que terminará recibiendo la totalidad del dinero prestado más una montaña de dólares en concepto de intereses.

Como vemos, el gobierno del Frente de Todos no solo acepta rescatar esa deuda ilegítima contraída por el macrismo, sino que cancela religiosamente cada vencimiento de intereses a una tasa megausuraria. Desde que asumió Alberto Fernández, estos pagos implicaron un gasto de U$S 4.369 millones, y llegan a U$S 5.750 millones si contamos los realizados bajo la gestión anterior.

Las cifras mencionadas contrastan con el ajuste gubernamental sobre el gasto público, en materia de jubilaciones, salud, vivienda, educación y asistencia social. Una orientación compartida por todas las alas del oficialismo, como lo demuestra el respaldo de Cristina Kirchner al reforzamiento de la agenda fondomonetarista que lleva adelante Sergio Massa. Al capital financiero internacional todo, al pueblo cada vez más miseria y privaciones.

El gobierno afronta esos compromisos reventando las reservas del Banco Central y también recurriendo a nuevos préstamos de otros organismos multilaterales, como podemos ver con los recientes desembolsos del BID y del Banco Mundial, acrecentando así el endeudamiento del país y la subordinación nacional hacia el imperialismo.

Un acuerdo ruinoso por donde se lo mire, donde las peores consecuencias las pagamos los trabajadores. Debemos derribarlo ganando las calles.