Políticas

26/3/1992|353

El fraude de las teleacciones

La licitación de acciones de Telecom puede ser caratulada como un gran fraude, que por razones de claridad conviene ir denunciando en orden.

“Capitalismo popular”. Como diría Adelina, las pelotas”. Los candidatos a accionistas minoritarios sólo pudieron invertir unos nueve millones de australes por cabeza, una insignificancia. Sobre el 30% del capital puesto a la venta, 300.000 pequeños inversores se quedaron con un 25%, es decir con un 7,5%, del capital total de Telecom. Con el aumento del abono telefónico para los usuarios residenciales, que va del 40 al 130%, y con la indexación de la tarifa de acuerdo a la inflación norteamericana, prevista para el 1° de abril, esos ahorristas pagarán más por su teléfono de lo que van a cobrar como dividendos. Esto si el precio de la acción no cae y no terminan vendiendo con pérdida.

“Privatización”. La parte norte de ENTel le fue entregada hace más de un año a Telecom por la cuarta parte del valor de las acciones licitadas la semana pasada (menos de 10 centavos de dólar por acción) Como el consorcio no invirtió un peso ni mejoró la rentabilidad de la explotación, la única explicación da la suba del 300% en las acciones en la licitación (42 centavos por acción) reside en la infravaluación que el gobierno hizo de ENTel al momento de su entrega y en la concertación entre el gobierno y los pulpos beneficiarios de que se aumentarían las tarifas y se brindarían otras ventajas (monopolio de la telefonía celular) a partir de la privatización Se trata de un desfalco de la propiedad pública que debería ser castigado penalmente.

“Retorno de capitales” El “Plan Cavallo” no ha provocado el retorno de ningún capital fugado en el pasado y esto tampoco ha ocurrido ahora con Telecom. El $8% de la compra de las acciones lidiadas fue hecha a crédito (Clarín, 26/9), a un 18% de interés en dólares. Este hecho deberá provocar una gran inestabilidad de la Bolsa a la hora en que los prestatarios deben cancelar la deuda.

‘‘Curro” y Monopolio. Un porcentaje elevado de la licitación lúe acaparado por los integrantes del consorcio Telecom, los que compra ron acciones por medio de testaferros. Según Página 12 (24/3), uno de ellos, Pérez Comparte, se quedó con 250 millones de dólares en acciones, un 20% de la licitación, con lo cual incrementó en un 5% su participación en Telecom. Este tipo de operación se denomina en ingles “córner”, porque se trata de un “arrinconamiento” de la olería, es decir de un acaparamiento. Si se tiene en cuenta el papel que jugó el Banco Rio, filial de Pérez Companc, en la promoción de la licitación, en los créditos de compra e incluso en la oferta de compra que hizo con su cartera muy por encima del valor final, resulta claro que tres o cuatro pulpos se han quedado con el mercado bursátil de la empresa, que ahora está primera en el ranking de las cotizaciones en la Bolsa, Como un vulgar “keiresatsu” japonés, podrán manipular tas cotizaciones a su voluntad.

La plata no está más De los 1 .200 millones que recaudó el Tesoro nacional por les acciones que estaban en su podar, 900 millones Kan sido destinados al pago de la deuda externa y 300 mitanes a cancelar con el Banco Nación tos adelantos que otorgó para pagar tas jubilaciones. El patrimonio estatal se esfumó en menos de toque canta un gallo. El gobierno le niega, mientras tanto, a los ferroviarios la posibilidad de aumentarles un salario que está en menos de tres palos, si se refiere al “básico”,  en cuatro y medio el del “bolsillo”.

Conclusión. Los usuarios, los pequeños accionistas, el Tesoro nacional, el conjunto del comercio e incluso la moneda nacional, han quedado a merced de un reducido grupo de pulpos con capacidad para decidir la ruina o prosperidad de una masa enorme de patrimonios.