El FUT desenmascaró el pacto antiobrero y se retiró de la Constituyente
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La reforma constitucional de Santa Cruz fue pensada exclusivamente para la satisfacción de las necesidades de la camarilla Kirchner y de los grupos privatizadores: Reelección; sucesión por los familiares; legalización de la entrega del petróleo, gas y carbón; anulación de los informes públicos del Banco Provincia; decretos de necesidad y urgencia; plebiscitos al servicio del poder, y una reforma municipal que prepara las condiciones para la municipalización de servicios educativos y de salud, pero mantiene los municipios sometidos al poder económico de la gobernación. Además, se ha buscado la unificación de los mandatos y el espaciamiento de las elecciones a 4 años.
La complicidad del radicalismo fue comprada con la promesa de cargos en empresas del estado provincial y obtenida por un chantaje político similar al de Menem: amenaza de “consulta popular”.
El FUT denunció desde un primer momento estos objetivos reaccionarios y se propuso combatir la Constituyente a través de la denuncia y llevando las reivindicaciones populares a la campaña electoral, primero, y adentro de la Constituyente, después, como un instrumento de denuncia adicional del carácter patronal de la reforma.
Impulsamos desde este ángulo una campaña de firmas, pronunciamientos y actividades callejeras, charlas acerca de la incorporación de las conquistas jubilatorias al texto constitucional, como un medio de trabar la entrega de la Caja de Previsión a la Nación y de defender el 82%, la edad de 50 y 54 años en la jubilación ordinaria, la jubilación docente, la incorporación de todos los trabajadores de la provincia a la Caja y el control de los trabajadores sobre una Caja basada en aportes patronales.
La campaña tuvo un éxito destacable: el sindicato vial (MTA) trabajó nuestro petitorio y nos aportó 500 firmas; la ADOSAC trabajó un petitorio propio y nos aportó unas 2.000 firmas; sectores de la burocracia más tradicional, como APAP o la Asociación Bancaria, se pronunciaron a favor del reclamo; los jubilados bancarios, los jubilados docentes, el centro de jubilados de Caleta Olivia, el centro de jubilados residentes en la Capital Federal, el centro de jubilados de San Julián y una asamblea de jubilados de Gallegos emitieron comunicados públicos, enviaron cartas y firmas a los tres bloques. Los sindicatos municipales de Río Gallegos y de Caleta Olivia, así como varias decenas de municipales de Las Heras hicieron público también su reclamo por la Caja y en muchos de los casos tomando no sólo la intransferibilidad sino el 82%, la edad y el control de los trabajadores sobre la Caja. En total se adjuntaron a los despachos más de 4.000 firmas.
Nuestra agitación con los “Informes al Pueblo” (afiches) 2 y 3 se concentró en este tema, que se fue transformando en el único que despertaba interés y expectativas de todos los que se iban tratando en la Convención.
El radicalismo, presionado por nuestra campaña, también presentó un proyecto de “disposición transitoria” para la “intransferibilidad de la Caja” (pero no para el 82% ni las reivindicaciones concretas).
El tema de la Caja, que ni soñaban en tratar cuando llamaron a la reforma, se instaló simplemente en la Convención. A tal punto, que el bloque del gobierno fue postergando su tratamiento, hasta colocarlo como último punto. El FUT llamó a concurrir a una de las sesiones y pidió el inmediato tratamiento del proyecto sobre la Caja en atención a la importante cantidad de público entre jubilados y activistas gremiales. El PJ se negó, lo que motivó una nueva denuncia del FUT y el retiro de la gente de las tribunas. Cada escaramuza sobre otros temas fue preparando un debate final que se dio el viernes 23/9, al cual el bloque del menemismo concurrió con la consigna de no contestar nada y sólo limitarse a imponer su mayoría con las manos.
La intervención del FUT en esa sesión no se la van a olvidar los que allí estuvieron presentes, por mucho tiempo: se denunció la colaboración de los diputados de Santa Cruz con la sanción de la ley nacional de jubilaciones, se hizo una denuncia pormenorizada de este régimen de estafa de las AFJP, se mostró cómo el gobierno provincial YA ENTREGO las conquistas jubilatorias de más de la mitad de los trabajadores de Santa Cruz y se marcó la intención del clan Kirchner de montar ellos también una AFJP. Se analizó con detalle la situación actual de la Caja de Previsión provincial y la intención del gobierno de aplicar en ella un ajuste que baje los beneficios del 82% y de la edad jubilatoria. Se desmontó hasta en los aspectos legales la argumentación hipócrita de que el tema “no está habilitado”. Se citaron actas de comisiones de la propia Convención donde el presidente de la misma se pronunció contra el mantenimiento de las conquistas jubilatorias. Se desmenuzó todo el problema de la defensa de las conquistas de los empleados públicos como parte de la recuperación de las conquistas de todos los trabajadores.
El presidente del bloque del PJ, Zannini, no pudo resistir la consigna de silencio y trató de criticar la redacción de los proyectos del FUT y de la UCR. Sólo para recibir una contundente réplica, donde luego de dejar en claro el carácter capitulador de la disposición transitoria de la UCR (que en definitiva es partidaria del ajuste dentro del sistema estatal), se desafiaba al PJ a que dejara de hacer demagogia y presentara su propia redacción. Zannini ya no pudo contestar, pidió la votación e impidió con su mayoría cualquier posibilidad de incorporar las conquistas jubilatorias a la Constitución. La claridad del debate fue total, la barra oficialista, integrada por funcionarios en horas de trabajo, se calló ante la fuerza de nuestros argumentos. En este punto se completó una experiencia política que colocó al FUT no sólo en un papel “digno”, sino como dominador neto de los debates, lo que fue reconocido por todo el periodismo y por todos los observadores independientes.
La barra del FUT nos acompañó en todas las sesiones, imponiendo por momentos la consigna de “la Caja no se va, no se va…” hasta en la sesión que terminó cerca de las 4 de la mañana, en que la barra oficialista rentada ya se había retirado.
Apenas terminó el debate de la Caja y restando tres puntos en temario, el bloque del FUT hizo el balance anticipado de esta reforma al servicio del clan que gobierna Santa Cruz, repitió las denuncias punto por punto y se retiró con una frase : “Ustedes han creado este monstruo, háganse cargo de él, el FUT se retira definitivamente de esta Convención”. Nos fuimos con nuestra barra y con los activistas y jubilados que estaban presentes. Tal fue el modo en que el oficialismo sintió el golpe, que media hora después nos cortaban el teléfono del bloque, que durante tres meses había emitido fax a todos los puntos de la provincia para multiplicar el conocimiento de la batalla política en que estábamos empeñados.
Intentaron amordazarnos para que el balance de la Convención no llegue a la población, pero no lo consiguieron. Se publicó el Informe al Pueblo Nº 4 y todos los medios de difusión dieron cobertura a nuestra retirada de la Convención y a nuestra ausencia posterior en el momento en que se juró.
El balance de la intervención del FUT es altamente positivo en un terreno para nosotros nuevo, como la lucha parlamentaria.
La presencia de un bloque revolucionario agravó hasta lo indecible la crisis de la UCR, que dio mil volteretas y se partió en medio de la Convención. El gobierno se vio obligado a dar a todo el proceso constituyente un “muy bajo perfil”, para achicar lo más posible nuestras posibilidades de usarlo como tribuna.
La actitud enérgica y de principios sostenida por el FUT ha fortalecido la única oposición política con existencia real en la provincia.