Políticas

18/2/2019

El gobierno arranca el año electoral con el pie izquierdo

La primera elección del año encendió alarmas en el gobierno: su candidato en las internas pampeanas, el ex futbolista Carlos Mac Allister, cayó derrotado por goleada frente a su competidor radical, Daniel Kronenberg.


El apoyo explícito brindado por el gobierno al ex defensor de Boca finalmente le jugó en contra. Con una muy baja concurrencia a las urnas en las primarias celebradas este domingo, al aparato radical no le exigió demasiado derrotar al candidato de la Casa Rosada. El resultado es inapelable: 65% a 35%. El cuadro se completa con la victoria en la interna del PJ del candidato kirchnerista a la intendencia de Santa Rosa.


A pesar del carácter relativamente marginal de la elección pampeana, el resultado generó inquietud en el oficialismo, ya que aporta nuevas evidencias del declive de Mauricio Macri y su gobierno.  En el arranque de 2019, Macri logró evitar – con esfuerzo – que María Eugenia Vidal desdoblara los comicios bonaerenses, pero no que el gobernador radical de Mendoza Alfredo Cornejo se cortara solo en el quinto distrito electoral del país. El jujeño Gerardo Morales podría seguir el mismo camino en los próximos días. Tampoco están claras las cosas en Córdoba, que fue clave en el triunfo de Cambiemos en 2015. Los radicales de Mestre no se avienen a un acuerdo y el oficialismo no podría evitar una interna con Mario Negri, como último recurso para evitar una ruptura de la coalición en la provincia.


En el comité nacional de la UCR se encendió el debate entre los partidarios de sellar un acuerdo con el PRO y aquellos partidarios de enfrentar a Macri en las PASO con un candidato propio, probablemente el ex ministro K Martín Lousteau. Según sus promotores, esto le permitiría a Cambiemos “retener votos descontentos que Macri podría perder por la crisis económica” (La Nación, 18/2); es decir, se trata de una tentativa de rescate de la coalición gobernante.


Con independencia de su escaso volumen, la elección pampeana volvió a exhibir la crisis política del gobierno, que carga sobre sus hombros el derrumbe industrial y de todos los indicadores sociales y que debe sortear crisis cada vez mayores con la misma clase capitalista que conforma su propia base  de apoyo – de la crisis con el capital sojero por la extensión de las retenciones hasta los choques con Techint por el recorte de los subsidios en Vaca Muerta. Si los cimbronazos no son aún mayores ello se debe a la cobertura política que le brindan la oposición pejota-kirchnerista y la burocracia sindical, que dejan correr los tarifazos y la carestía que golpean el bolsillo popular mientras aspira asumir a finales de año como relevo de un gobierno desahuciado.


A tan solo 45 días de iniciado 2019, en el horizonte del “año electoral” se proyecta la sombra de nuevas crisis políticas y luchas sociales.