Políticas

28/3/2025

El gobierno autoriza la venta de ganado en pie

Le da la posibilidad a sus amigos de posicionarse en la cima de la industria cárnica.

Ganado de pie.

Días atrás, mediante el decreto 133/2025 que lleva la firma del presidente Milei y del ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se derogó el anterior decreto que regía desde 1973, el cual prohibía exportar ganado en pie, es decir animales vivos para ser faenados en frigoríficos extranjeros.

El decreto derogado obligaba a los productores a vender el ganado a los frigoríficos instalados en el país para garantizar la provisión del mercado interno y luego exportar cortes faenados garantizando mano de obra local. Esta decisión del gobierno pone en jaque a la industria frigorífica, haciendo peligrar miles de puestos de trabajo. 

Una de las empresas mayormente beneficiada por la medida es Invernea. Una empresa que funciona como un fideicomiso para inversión financiera en ganado, alimentos y tierras dedicadas a la producción ganadera y su principal accionista es Juan Pazo, actual director de Arca, quien sostiene una estrecha relación con Nicolás Caputo, gerente de administración y finanzas de Invernea e hijo del ministro de economía. También pertenecen a la empresa Iraeta, del actual secretario de agricultura, Federici, ex titular de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) en el gobierno de Macri, y Bausilis, actual presidente del Banco Central. Pazo previamente estuvo al frente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, donde quiso impulsar la obligatoriedad de un chip para vacas, un negocio multimillonario que el gobierno finalmente pospuso para el 2026.

El fideicomiso que hoy dirige Martin Voss, quien desde hace un año asumió como director en reemplazo de Juan Pazo, cuenta con cerca de 40 mil cabezas de ganado y un stock de casi 16 mil toneladas de cereales, administrando un fondo inversor superior a 40 mil millones de pesos.

Evidentemente el gobierno de Milei llegó para favorecer a los grandes capitales especuladores, financieros y exportadores de materia prima, logrando que solo algunos empresarios amigos y pertenecientes a la “gran casta” del poder económico sean quienes potencian una competencia voraz dentro de la industria frigorífica para tratar de posicionarse de mejor manera en el mercado cárnico y, como en tantas otras industrias, solo logran aumentar su productividad generando una mayor tasa de ganancia en desmedro de la población y sobre explotando a la clase trabajadora.

Las patronales de la carne no pierden, pero bajan el salario de los obreros

Los trabajadores del gremio de la carne, en algunos frigoríficos, vienen sufriendo desde hace tiempo el aumento de los ritmos de producción. Debido al incremento de las exportaciones, estas empresas han agigantado sus fortunas en dólares, sin embargo no dan ninguna compensación salarial acorde al sacrificio realizado por las y los compañeros. En otros frigoríficos donde su mayor producción está destinada a abastecer al mercado interno, los obreros son “invitados a retirarse voluntariamente” o directamente despedidos, excusándose las patronales en la estrepitosa caída de consumo y de ventas de carne vacuna debido al crecimiento de la pobreza y a los bajos salarios que no permiten ni siquiera “darse un gustito”. 

1 kg de asado en octubre de 2023 - $1.540 = 1.5 dólares (dólar blue $990)

1 kg de asado en octubre de 2024 - $9.500 = 7.7 dólares (dólar blue $1230)

1 kg de asado en diciembre de 2024 - $10.800 = 10 dólares (dólar blue $1080)

1 Kg de asado en marzo de 2025 - $15.000 = 11.5 dólares (dólar blue $ 1300)

En menos de 1 año y medio el precio de la carne en promedio se multiplicó por diez. No hay ningún salario que haya acompañado porcentualmente semejante aumento.

De una u otra manera los únicos perjudicados son los trabajadores y los consumidores que ven cómo aumentan los precios de los alimentos, servicios, transporte, medicamentos, etc., pero en ningún caso ven aumentar sus salarios o ingresos. Los trabajadores no debemos permitir que los empresarios descarguen sobre nuestras espaldas sus ambiciones patronales, para eso hay que tener una perspectiva de fortalecimiento de las y los compañeros del gremio de la carne para no perder ni un solo puesto de trabajo y lograr así una verdadera representación sindical obrera.

Es necesario que toda la clase trabajadora se organice desde abajo, para lograr sacar al gobierno de Milei y a sus cómplices de todo el arco político, sindical y empresarial que solo le garantizan gobernabilidad favoreciendo a quienes quieren un país para pocos, dejando en la miseria a millones de trabajadores. 

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