El gobierno de Río Negro abonó el pasado viernes el primer vencimiento de intereses de deuda del año del Plan Castello, depositando 6,384 millones dólares en el US Bank National Association de New York, que a la cotización oficial equivalen a más de 600 millones de pesos. “Se pagará en tiempo y forma” había asegurado horas antes Adrián Chebeir, secretario de Financiamiento y Deuda Pública, según el diario Río Negro. En dos meses el gobierno debe pagar unos 800 millones de pesos.

Río Negro no había pagado la primera cuota de intereses del año pasado, que era de 11,6 millones dólares, y entró en cesación de pagos, pero renegoció con los tenedores de los papeles y logró extender los plazos, incluso varios meses. Sobre el pago que se ejecutó, ya una semana antes se había comunicado a la Bolsa de Valores de Buenos Aires, y como supone sacar divisas del país, al Banco Central de la República Argentina (BCRA) que autorizó dos días antes la operación. El funcionario dijo que los dólares ya estaban en la Tesorería de la provincia varios meses antes.

El pago del viernes corresponde a los intereses de este año, que se ajustan a una tasa del 2,71% anual; mientras que en el año dos de la refinanciación la tasa será de 4,875%, en 2023 de 6,625%, y desde entonces del 6,873%. Una usura. Los vencimiento de capital de los 300 millones de dólares de la emisión original tendrán que comenzar a pagarse en 2024, por lo cual se trata de un carga que los rionegrinos sufriremos a largo plazo.

El carácter fraudulento del Plan Castello es evidente. Muchos de sus términos y clausulas se mantienen en el más absoluto secreto. Fue presentado como el plan de obras más importante de la historia, pero ni se generaron puestos de trabajo genuino, ni se dieron respuestas al déficit habitacional de la provincia que se estima en más de 30.000 casas, ni se construyeron hospitales o se mejoraron los establecimientos del sistema educativo.

Juntos Somos Río Negro se presenta, sobre todo en épocas electorales, como un partido que defiende los intereses de los y las rionegrinas, y sin embargo paga intereses de una deuda usuraria en New York mientras en la provincia crece la pobreza, el hambre y la desocupación.

Desde el Partido Obrero exigimos el cese del pago de la deuda del Plan Castello y su investigación, a la vez que pedimos la puesta en marcha un plan de obras públicas que genere trabajo genuino con un plan de viviendas populares provincial.

Basta de ajuste, hambre y pobreza.

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