Acorde a las recomendaciones por todos conocidas la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, acata la consigna de lavarse las manos. Para ello ha presentado un decreto (N° 359/20) por el cual los trabajadores deben presentar una declaración jurada de que no presentan síntomas o no han estado en contacto con personas con Covid-19. Por esta vía, la gobernadora pretende pasarles la responsabilidad sanitaria a los trabajadores, evadiéndose de realizar los testeos y estudios correspondientes.

La presión de los lobbys patronales para levantar la cuarentena se visibiliza con este mamarracho jurídico. Río Negro es una provincia donde ha habido un salto en la curva de contagios de los trabajadores de la salud privada (Sanatorio Río Negro de Cipolletti y ahora Clínica Central de Villa Regina). En Bariloche y Allen no son pocos los empleados de salud que han debido aislarse.

Pretende descargar la responsabilidad de asistir o no al trabajo, por tanto de cobrar o no su sueldo, sobre los trabajadores y al mismo tiempo indultar a las ART.

Este decreto a lo Poncio Pilato debe ser derogado ya. Pretende reemplazar los testeos por la declaración jurada como única política preventiva. Es una muestra mas de la decidía de los gobiernos y las patronales respecto al cuidado de la salud y la vida de los trabajadores.

Necesitamos la aplicación e testeos para poder tener una radiografía completa de la situación y un correcto abordaje del cuidado de la población. Triplicación del Presupuesto de salud. Equipos de protección apropiados para todos. No a la cuarentena flexibilizada de las patronales. Por un control obrero y popular de la cuarentena.