Políticas
15/5/2025
El gobierno festeja una inflación del 2,8% porque ancla los salarios por debajo
El techo paritario mensual del 1% fijado por Milei es la receta del ajuste contra los trabajadores.

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Luis Caputo junto a Javier Milei.
El presidente Javier Milei festejó por la red social X (ex Twitter) que el promedio del a inflación del mes de abril se ubicara en un elevado 2,8%, lejos de cualquier pretensión de afirmar que los precios se encuentran “controlados” y en medio de una política de ajuste que hace estragos sobre los salarios e ingresos populares.
El Índice de Precios al Consumo que mide el Indec viene arrojando un promedio de aumento acumulado en el año del 11,6%, frente a una política de techo salarial a las paritarias del 1% mensual, lo que a simple vista da cuenta de que este gobierno aspira a liquidar el poder adquisitivo de los trabajadores.
A su vez, la inflación núcleo –que no contempla factores estacionales y regulados- se mantuvo en un elevado 3,2%, dando cuenta de una persistencia de la tendencia inflacionaria.
Este 2,8% en abril se ubica por encima del 2,2% de enero y el 2,4% de febrero, e incluso supera todos los promedios mensuales desde el 3,5% de septiembre del 2024 hasta la fecha, con excepción del pasado mes de marzo, cuando ascendió a 3,7%. Entonces ¿qué celebra Milei?
El gobierno intenta vender el relato de una inflación controlada, cuando su política servil al FMI y la bicicleta financiera de Caputo son las principales causas de la disparada de precios.
Según el propio informe del Indec “la división que registró la mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,9%), por los aumentos en Carnes y derivados, Leche, productos lácteos y huevos y Pan y cereales”, es decir que los precios golpean con más fuerza sobre las familias trabajadoras.
Cabe agregar que la medición actual del Indec se encuentra desactualizada y no refleja la real canasta de consumos de la población -algo reconocido por el gobierno-, donde actualmente cobran peso los servicios y la vivienda. Los alquileres aumentaron un 26,6% en lo que va del 2025 en el Gran Buenos Aires y llegan hasta el 50% en algunas regiones del país, como la Patagonia.
Para fin de año se prevé un fuerte tarifazo, luego de las elecciones, con un esquema atado al dólar y una devaluación que se prepara con al contradicciones económicas del gobierno.
Esto se da en el mismo contexto donde el gobierno golpea las paritarias, promoviendo el desconocimiento de acuerdos salariales, como el de Comercio (1,9% de aumento), que incluso se ubican por debajo de la inflación promedio.
El ministro de Economía Luis “Toto” Caputo también celebró que la inflación interanual sería la más baja en los últimos cuatro años, soslayando el hecho que el punto de partida inmediato de comparación es el generado con la disparada inflacionaria provocada por Milei ni bien asumido, con un salto devaluatorio e inflacionario que arrasaron con los salarios e ingresos populares.
Milei festeja que los salarios aumenten por detrás de los precios, favoreciendo así a los capitalistas y las patronales que ajustan sobre los salarios; misma indicación que dio el Ejecutivo nacional con los aumentos de miseria, del orden del 1%, para la actualización del salario mínimo, en sintonía con las pretensiones patronales.
El gobierno no tiene nada para festejar, cuando aún no puede controlar las principales variables económicas del país, incluso a pesar de los fondos frescos provenientes del FMI. Su carta para “bajar la inflación” es que los trabajadores no consuman debido a la pérdida de los salarios, algo que empieza a encontrar resistencia en el movimiento obrero y que extiende un malestar social profundo con el gobierno del ajuste, y la intervención en el mercado de cambios para pisar el dólar, fugando reservas y postergando una devaluación que vendría con un nuevo salto de precios.
Debemos derrotar esta política antiobrera que plantea avanzar con más medidas contra los trabajadores, como una nueva reforma laboral y otra previsional. Hay que echar a Milei con la movilización popular y la acción de los trabajadores, para recomponer los salarios y priorizar las necesidades sociales insatisfechas de los trabajadores.

