“No podemos seguir gastando más de lo que tenemos”, machacó Macri en el discurso grabado que el gobierno difundió esta mañana. 

La comunicación oficial insiste en señalar al déficit fiscal –que sería la diferencia entre la recaudación y los gastos del Estado– como el origen de todos los males. Pero esto es un eufemismo para hacer pasar el ajustazo contra los trabajadores. La verdad es otra: el salvavidas de plomo que hunde al país son los intereses de la deuda externa y, por lo tanto, el sacrificio que el gobierno le exige al pueblo para lo que servirá es para resarcir a los especuladores y usureros que lucran con el endeudamiento nacional. Nada tiene que ver con que los trabajadores “vivamos por encima de nuestras posibilidades”, como suelen decir los alcahuetes oficialistas. Esto es así al punto que el “ahorro” impuesto a los trabajadores en base a recortes, despidos e inflación se ven compensados por el aumento de los intereses.

Un informe de la Asociación Argentina de Análisis Presupuestario (ASAP), que reseña el diario Clarín, confirma esta caracterización con datos duros. La ejecución presupuestaria de los primeros siete meses del año arroja que el pago de intereses de la deuda sumó $255.614 millones, un 65,4% más que lo que insumió en el mismo período un año atrás. Pasó a ser con el 15,3%, “el segundo rubro en importancia en el gasto total, luego de las Prestaciones a la Seguridad Social” (informe de ASAP, citado en Clarín, 3/9). En comparación, el déficit primario –sin intereses– sumó $55.037 millones, la quinta parte de lo que representa el pago de intereses. 

En el mismo periodo, comparados 2017 y 2018, los gastos primarios de la administración pública aumentaron 21%, por debajo de la inflación que fue del 27%. Pero “con el incremento del 65,4%, los pagos de intereses crecieron un 30% por encima de la inflación. Sumando los gastos primarios más los intereses, el gasto total aumentó el 26,2%, casi en línea con la inflación” (Clarín, 3/9). “Por la mayor disparada del dólar, se descuenta que la cuenta de intereses va a aumentar mucho más porque el 70% de los intereses son en dólares y el resto en pesos atados a la inflación también en ascenso” (ídem).

Mientras tanto los docentes universitarios entran en su quinta semana de huelga. Rechazaron la “oferta” del gobierno, de una recomposición de haberes del 15% contra una inflación proyectada del 42%. “¿Quién puede pensar que yo no querría pagarle a todos los profesores universitarios todo lo que piden?”, teatralizó Macri en su discurso de esta mañana. Pero resulta que el pago de los intereses de la deuda se llevó cinco veces más que lo que recibieron la totalidad de las universidades nacionales entre enero y julio de este año ($255.624 millones contra $58.743 millones).

La oposición pejota-kirchnerista, que aprobó el acuerdo con los buitres y el nuevo ciclo de endeudamiento, es cómplice de esta confiscación.

El gobierno pretende imponernos sacrificios durísimos para beneficio de un puñado de chupasangres. Abajo el ajuste.

Que se vaya Macri.

Seguí leyendo: Macri-Dujovne: un nuevo ataque a los trabajadores para rescatar a los banqueros y a un gobierno fracasado