El gobierno peor que el sismo
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Rechazamos que se pongan carpas en escuelas y hospitales; exigimos una solución definitiva. El sismo más importante, del día 7, y los más de 100 pequeños movimientos que le siguieron pusieron al desnudo la falta de presupuesto y mantenimiento de los edificios escolares y de salud, y la precariedad de las viviendas donde viven. Un sismo de 6,5 en la escala de medición Richter sacudió a Catamarca el 7 de septiembre, dejando como saldo más de 3.000 viviendas averiadas y edificios dañados. Muchas viviendas deben ser demolidas. El 90% de los edificios escolares sufrieron roturas, agrietamientos; en la mitad de ellos los daños son irreversibles, se cayeron techos enteros y en la mayoría de los casos es un verdadero peligro dar clases.
A casi 20 días del suceso, la respuesta del gobierno es más que insuficiente. En muchos casos, la ayuda a las escuelas no pasó del apuntalamiento de los edificios, “a la escuela de artesanías no vino nadie, ni de Arquitectura Escolar ni de Arquitectura de la provincia”, comentó Roberto Nolano, director de una escuela donde se dictan más de 20 talleres. Las escuelas de artes (teatro- danza-música-pintura) corren el peligro de desaparecer; se perdió en un 60% el edificio donde se dictan esas carreras y el objetivo del gobierno, dictado por el Banco Mundial (que aplica un plan de reestructuración en salud y educación en la provincia), es eliminarlas.
Distintas coordinadoras de padres, docentes y vecinos cercanos a los establecimientos escolares han empezado a ponerse en pie para ponerle coto a la desatención del gobierno.
Los militantes del Partido Obrero y del Polo Obrero nos hemos dado la tarea de intervenir en estas comisiones, de armar coordinadoras, para desenmascarar la impotencia del Estado y exigir que se ponga en pie un vigoroso plan de obras públicas, que se creen bolsas de trabajo con salario de convenio y turnos de 6 horas para levantar todas las escuelas, postas y hospitales con estructura antisísmica. Jugarán un papel importante las asambleas de los barrios donde interviene el Polo Obrero.
Hacinados miles de catamarqueños; todo un cuadro de situación que pinta de cuerpo entero a quienes gobiernan la provincia, rehenes del Banco Mundial y de los pulpos mineros.