Políticas

28/7/2016|1421

El gobierno quiere aumentar la edad jubilatoria


El titular del Pami, Carlos Regazzoni, salió a plantear, de manera inequívoca, que existe un plan para aumentar la edad jubilatoria. Recurrió al argumento pueril que “las personas de 65 años están muy bien y pueden seguir trabajando”, como línea argumental para justificar una reforma previsional reaccionaria. Marcos Peña quiso relativizar el planteo, pero no lo logró. Dijo que la reforma no está prevista, “por el momento”.


 


Las declaraciones del titular del Pami forman parte de un plan fijado por el propio Macri. En la reciente ley aprobada por el Congreso para establecer una quita al pago de las sentencias ganadas por los jubilados por mala liquidación de la Anses, se estableció también la formación de una comisión para estudiar la “sustentabilidad del sistema”. Como denunciamos oportunamente, el único propósito de dicha comisión es justificar la conclusión interesada de que el sistema previsional no es viable sin un aumento de la edad jubilatoria.


 


De más está decir que rechazamos enfáticamente una modificación de este tipo. La extensión de la edad jubilatoria es un perjuicio al conjunto de los trabajadores, pues opera como bloqueo a que la juventud consiga trabajo. De este modo, se profundiza la desocupación, de la que se valen los capitalistas para reducir el nivel general de los salarios.


 


La extensión a los 70 años de la edad jubilatoria implica una confiscación del Estado contra los trabajadores, que podrán aportar hasta 52 años para recibir una jubilación de miseria durante pocos años de vida. El aporte, como ya ocurre en la actualidad con la Anses, será usado para financiar los gastos generales del Estado, empezando por el pago de la deuda pública y subsidios a los capitalistas.


 


A nivel internacional, el capital quiere imponer reformas previsionales de este tipo, argumentando que con la extensión de la expectativa de vida caen la cantidad de trabajadores activos por jubilado. Sin embargo, se trata de ‘relato’ del capital, que parte de desconocer el aumento de la productividad del trabajo que se operó como resultado del desarrollo de las fuerzas productivas. La riqueza producida por cada trabajador en la actualidad permite sostener a un número creciente de jubilados. Si esto no ocurre es por la apropiación privada del excedente, que va directamente a los capitalistas.


 


En la Argentina, además, los capitalistas han impuesto un desfinanciamiento estructural de la Anses: primero, con la reducción de los aportes patronales, que impuso Menem-Cavallo, y que el kirchnerismo mantuvo, y luego con un trabajo en negro que orilla el 40%, permitiendo eludir el pago de aportes a la seguridad social.


 


Rechazamos la propuesta de Regazzoni-Macri y advertimos a los trabajadores que es necesario un plan de lucha para frenar esta reforma reaccionaria.