Políticas

15/12/2017

El gobierno quiere destruir las jubilaciones y el sistema previsional

Paquete de reformas reaccionarias de Macri

No hay en el proyecto previsional presentado por el gobierno y votado por la Cámara de Senadores, ni un solo aspecto de progresividad. Esto es reconocido incluso por aquellos que lo votaron afirmativamente, como el senador  peronista Miguel Pichetto quien, sin ninguna vergüenza, declaró: “Nos toca la ingrata tarea de votar esta ley”.



Reducción de haberes


Es vox populi que con el cambio de metodología que introduce la ley antijubilatoria el próximo aumento sería del 5,7% y no del 14,55% como hubiera correspondido. Significa que un jubilado que cobra $ 10 mil pesos recibiría $880 menos de aumento, casi un 9 por ciento.


Ahora, con la reacción obrera y popular y la crisis en el Congreso, se corren rumores de que el gobierno sacaría un decreto ‘complementario’ otorgando un bono “compensatorio”, pero aún no ha trascendido siquiera el monto que tendría y sí se dijo que sería pagado “por única vez”, es decir que no se sumaría al haber.


Esto no supone que el actual índice de actualización permitiría superar la miseria de los haberes que apenas llegan a $7.246 para el 65% de los jubilados. Esta miseria, que se mantuvo a lo largo de los 12 años de kirchnerismo, hace que hoy el haber mínimo no llegue a cubrir la mitad de la canasta básica de los jubilados. Un paso real de solución sería llevar la jubilación al 82% del salario en actividad.


El cambio de base para ajustar los montos previsionales también incidirá en forma negativa en el cálculo del haber inicial jubilatorio que será inferior a los ya bajo montos con que se inician en la actualidad.

 


El 82% que anuncia el gobierno es un engaño


El oficialismo -en forma hipócrita- quiere hacer creer que otorga el 82%, cuando eso es totalmente falso. Lo que Macri plantea es que la jubilación mínima sea igual al 82% del salario mínimo, que sería… lo que se está pagando en la actualidad.


Hoy el salario mínimo es de $ 8.860 ($ 9.500 a partir de enero de 2018). Y la jubilación mínima actual es de $7246. Con la nueva ley, la jubilación mínima sería de $7265, solo ¡$ 19 más! Otra caradurez de Carrió, Tonelli, Macri, Pichetto y Cia.


Pero esto también viene con trampa. Este mínimo jubilatorio será solo para aquellos jubilados que tengan 30 años de servicio con jubilaciones registradas.


Algo en muchos casos imposible porque Argentina fue, bajo los gobiernos de los últimos 30 años, un paraíso de la evasión patronal de aportes. Los que no tengan este registro cobrarán –de acuerdo a la farsa de la llamada ley de reparación histórica que votó Diputados con la oposición del Partido Obrero y el FIT- el 80% de la jubilación mínima. Un 20% menos. Si un trabajador se muere en un accidente de trabajo y no lleva 30 años de aportes registrados, su viuda e hijos cobrarán el 80% de la jubilación mínima.



Extender la edad de retiro a los 70 años


El proyecto antiobrero de reforma previsional también plantea extender la edad de retiro a los 70 años, dice que ¡voluntariamente!


Es una forma solapada para más adelante extenderla de ‘derecho’, pero empiezan usando la violencia social del capital. Con jubilaciones de miseria muchos trabajadores se verán obligados a seguir trabajando hasta los 70 años. La expectativa de vida actual en la Argentina es de 76 años (los varones de 72,7 años).


En realidad el art. 7 plantea que al cumplir los 70 el patrón debe intimar a su trabajador a que se jubile dentro de un plazo de un año. Es decir que podría trabajar hasta los 71 años, a la puerta misma de la expectativa media de vida.


El gobierno hace realidad un anhelo de la clase capitalista: que el obrero viva para trabajar, que agote hasta su última gota de sangre y sudor en valorizar al capital. Hoy el trabajo es un castigo para la humanidad que se ve obligada a gastar su vida en trabajos de superexplotación, agobiantes, ajenos a sus inquietudes sociales y culturales, alienantes.


En un nuevo régimen social donde el lucro del capital no sea el motor de la sociedad, en un gobierno de los trabajadores, el trabajo será voluntario y planificado para desarrollar a fondo la personalidad del obrero-productor. Ya hoy la jubilación podría ser anticipada y la jornada de trabajo drásticamente reducida a causa del fenomenal avance de la productividad del trabajo.


Lógicamente, esto también agiganta el problema de la desocupación juvenil, tan explosivo en la actualidad: Argentina tiene un 24,6% de desempleo juvenil (en el caso de las mujeres llega al 30%) muy por encima del promedio del 16% que tiene América Latina. El joven no puede empezar a trabajar, porque el viejo no se puede retirar.



Elimina los aportes patronales a la previsión social


Con el proyecto previsional oficialista, las patronales reciben un nuevo beneficio (art. 8). Aquel patrón que tenga un trabajador entre 65 y 70 años (que ya haya ganado el derecho a cobrar la base jubilatoria del PBU) no debe cotizar más aportes previsionales (sino solo para ART y obras sociales). Esto sumado a que en la reforma tributaria reaccionaria que se pretende votar simultáneamente a esta ley en el Congreso se plantea un mínimo no imponible para eximir de aportes previsionales a las patronales (hasta los $ 12 mil de salario), indica un jolgorio total para la clase explotadora. Y un avance en el desfinanciamiento del Anses.


 


Es un preámbulo reaccionario


Es necesario alertar que esto es solo una avanzada del plan gubernamental-capitalista que se trae nuevos ajustes contra lo que llaman las jubilaciones de privilegio contra los docentes, estatales, judiciales y otros sectores que hoy cobran por encima de la mínima nacional. La gobernadora Vidal anunció que prepara una reforma similar en la provincia de Buenos Aires contra el IPS. Y a los trabajadores del Banco Provincia les acaban de aumentar la edad para el retiro.


Pero, estructuralmente, el gobierno quiere ir a fondo contra el sistema previsional: borrar por completo los aportes patronales a la jubilación obrera (eliminando todo rastro de que es un salario diferido); extender obligatoriamente la edad de retiro a los 70 años; reintroducir el sistema de jubilación privada (basado exclusiva o mayoritariamente en el aporte obrero), etc.


Para ello, la trucha ley de “reparación histórica de los jubilados” votada hace unos meses –con la oposición del PO y el FIT- plantea crear una comisión que estudie un ‘nuevo’ sistema previsional “con sustentabilidad”. El oficialismo ha reiterado que quiere ponerla en marcha, luego de aprobada este primer ‘ajuste’ contra los trabajadores y jubilados.


En oposición, los diputados del PO-FIT han presentado proyectos reclamando el 82% del mejor salario en actividad: esa es la auténtica reforma previsional de carácter progresivo. Recuperar los aportes patronales a la previsión que fueron reducidos en la época de Menem-Cavallo, hasta cubrir la totalidad del 82% jubilatorio, eliminando por completo el aporte del trabajador. Transicionalmente, hace falta luchar por un aumento de emergencia y llevar la jubilación mínima a los 17 mil pesos que señala la canasta básica elaborada por la Defensoría de la Tercera Edad.


Profundizar la movilización –paro general y movilización- para que se retiren los proyectos reaccionarios del Congreso.