“¿Hace falta un golpe de mercado?”, se pregunta Eduardo Cardenal, un periodista de Clarín (1/9), que ya demostró que sabe bien de lo que habla.

Lo lleva al interrogante la “mucha incertidumbre que predomina entre los operadores locales y los extranjeros”, que ya no creen en “el liberalismo” de Menem, ahora que “dilapidó el capital político”. Pero “lo concreto”, dice, es que “los operadores externos se preguntan si para que la incertidumbre dé paso a definiciones hace falta un ‘golpe’ de mercado que logre asustar hasta al mismo presidente Menem”. O sea que los acreedores internacionales están dicutiendo una jugada que podría acabar con el gobierno y provocar un recambio a cargo de la oposición. El ‘golpe’ “no sería otra cosa que una brusca caída en los títulos públicos”.

La sola publicación de este planteo delata la existencia de una situación conspirativa, no solamente de los acreedores ‘de afuera’, sino de los explotadores ‘de adentro’, que están representados por Clarín.

Página 12 confirma lo anterior. “Sólo unos pocos corredores apuestan a favor de Fernández”, asegura su columnista Alfredo Zaiat. “Sólo será cuestión de esperar… el derrumbe que la mayoría se resiste a precipitar… porque en una corrida nadie saldrá ileso”.