Políticas

19/8/2004|864

El grito en Venezuela, los huevos en Nueva York

Cristina Kirchner concluyó, diez días antes del referendo venezolano, una promocionada gira a los Estados Unidos, donde se reunió con Hillary Clinton y la ex canciller Madeleine Allbright, me­rodeó la convención demócrata que nominó a Kerry como candidato presidencial y se reunió con varios senadores. El tema central en todas sus entrevistas fue la deuda externa, algo que seguramente estuvo más al tope aun en la reu­nión con el presidente del Citibank, William Rhodes. Según sus propias palabras, "busca­mos un acuerdo que la Argentina pueda cum­plir”. Después de las fotos de rigor, la Kirchner destacó la ‘comprensión’ de sus anfitriones an­te ‘los problemas de Argentina’.


La gira de la senadora, más allá del renova­do compromiso del pago de la deuda externa, muestra la verdadera dimensión de la política y de la diplomada del gobierno de su esposo. Es que mientras Cristina Kirchner viajaba en­tre Boston y Nueva York, otros ‘embajadores no oficiales’ del gobierno lo hacian hacia Caracas. Alicia Castro y el ‘multiuso´ D’Elia lle­garon a Venezuela a declarar su respaldo a Chávez en las vísperas del referendo revoca­torio. La Castro, incluso tuvo a su disposición el famoso avión presidencial heredado de Menem.


La gente con la cual Cristina Kirchner se en­trevistó en los Estados Unidos fogoneo a la opo­sición venezolana. Los ‘escuálidos´ de Venezuela no sólo encuentran amigos en el go­bierno de Bush sino también en la oposición de­mócrata. Uno de los más firmes impulsores del referendo ha sido el demócrata Cárter.


Mientras que para la tribuna Kirchner posa co­mo ‘chavista’ en los hechos negocia y acuerda con los que conspiran contra el gobierno de Chávez.


Como el tero, el grito se escucha en Venezuela, pero sus huevos se calientan en Washington y Nueva York.