Políticas

18/3/2015|1355

El incendio en la Facultad de Ciencias Naturales


El lunes 9 de marzo se produjo el incendió el cuarto piso de la Facultad de Ciencias Naturales y el Instituto Miguel Lillo. Según trascendió, se produjo por las filtraciones en los techos del establecimiento ante las incesantes lluvias, lo que provocó un corto circuito y luego el fuego que afectó un laboratorio y un aula con capacidad para 100 estudiantes.


La precariedad de la construcción e instalaciones de esta facultad e instituto salieron a la luz pública con este hecho, pero no se trata de una situación aislada o excepcional. Ese mismo día, los estudiantes de teatro de la Facultad de Artes denunciaban las deplorables condiciones de las aulas y lugares de ensayo, sin las más mínimas norma de seguridad. Otra situación similar se producía en la Facultad de Derecho, donde instalaciones fueron clausuradas debido a que las paredes estaban electrificadas.


Todos estos hechos se suman a muchos otros ocurridos en los últimos años, el más resonante fue el derrumbe de dos anfiteatros en 2011 en la facultad de Filosofía y Letras, sin que hasta al momento se haya producido alguna investigación, mostrando a las claras la existencia de una verdadera mafia en la UNT, que lucra con la obra universitaria, realizando obras fuera de todo control, con sobreprecios, y que tiene como contrapartida, que numerosas obras reclamadas en diferentes oportunidades por la docencia o el movimiento estudiantil siguen sin materializarse.


La crisis edilicia en la UNT, ha sacado a luz también que los fondos provenientes de La Alumbrera sólo sirven como caja negra para los negociados y el enriquecimiento de la casta que regentea la universidad. 

La necesidad de aumento del presupuesto y un plan de obras votado y contralado por la comunidad universitaria se tiene que transformar en una bandera de lucha contra la política actual de vaciamiento, ajuste y negociados de las camarillas enriquecidas que conducen la UNT.