Políticas

23/3/2006|938

El indulto a Suez


Si se tiene en cuenta la larga labor de envenenamiento y depredación ambiental ejecutada durante los últimos quince años, la “estatización” de Aguas Argentinas es un verdadero salvataje del pulpo Suez.


 


El agua provista en diversas localidades del sur del gran Buenos Aires está contaminada con nitratos… desde hace diez años. En los picos de consumo de agua, la empresa explotaba pozos contaminados, para no invertir en nuevas fuentes de suministro.


 


Desde el inicio de la concesión, Suez dejó de drenar las napas freáticas del conurbano, ya que la provisión de agua desde el Río de la Plata le requería “menor inversión”. Como consecuencia de ello, vastas zonas del sudoeste bonaerense se han convertido en potenciales pantanos, donde peligran las casas de millones de personas.


 


Suez se va sin poner en peso para resarcir semejante Cromañón sanitario. Pero no sólo eso: mantiene ante el tribunal internacional del Banco Mundial — el Ciadi — una demanda… contra Argentina, que va a tratar de canjear por la “deuda externa” que contrajo durante todos los años de la concesión con su propia casa matriz.


 


El Estado terminará, por lo tanto, resarciendo a Suez y tendrá que hacerse cargo de las inversiones elementales. Las obras estarán en manos de la “patria contratista” que maneja De Vido. La factura será pagada por todo el pueblo bonaerense, con impuestos y tarifas. Así acaba de ocurrir en Santa Fe, donde la “estatizada” compañía de aguas acaba de aumentar las tarifas para pagar inversiones.


 


La “reestatización” no excluye — como señaló De Vido — que la operación del servicio se conceda a un privado. Es decir que mientras el Estado afronta la hipoteca de las inversiones incumplidas, otro pulpo internacional del agua cobrará un “canon” sin poner un peso en obras.


 


Es el “modelo” de la “estatización” del ferrocarril San Martín, “operado” hoy por Roggio y Cirigliano. Y, en general, de todas las “estatizaciones” kirchneristas, que han concurrido al salvataje de los privatizadores.


 


El gobierno de la “memoria”, y hasta de una posible “anulación de los indultos” a los nonagenarios del proceso, acaba de indultar a los “contemporáneos” envenenadores del agua.