La policía de Macri y “Fino” Palacios ya tiene a su instructor. La “academia de policía” porteña será dirigida por Daniel Pastor, un profesor de Derecho Penal en la UBA. En el ambiente judicial, Pastor ha ganado cierta notoriedad por sus opiniones sobre la represión policial y el genocidio de la dictadura. En el sitio digital El Dial, Pastor rechaza la responsabilidad policial en uno de sus crímenes emblemáticos contra la juventud, el de Walter Bulacio. Para Pastor, se trató de “la detención de una persona que intentaba disfrutar, aparentemente sin pagar, de un concierto, que pareció (sic) recibir malos tratos y que falleció no por ellos sino por otra circunstancia”, dice.

Pastor también puso el grito en el cielo por la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que atribuyó a “la deriva neopunitivista de organismos de derechos humanos y activistas”, que conduce a violar “los derechos humanos de los acusados en esos hechos”. Los mismos argumentos que se están levantando hoy para justificar la designación del propio Fino Palacios, o sea que “no ha sido condenado en ninguna de las causas que le imputan”. Los que defienden este punto de vista suelen indignarse por “los pibes chorros que entran por una puerta y salen por la otra” de los juzgados. En cambio, piden respetar a esa misma justicia cuando sobresee a represores como Palacios.

Marcelo Ramal