Políticas

15/12/2021

Provincia de Buenos Aires

El intendente de Puan abandona sus funciones sin renunciar a su cargo

En un municipio cada vez más despoblado, atravesado por la falta de trabajo y de vivienda.

El intendente de Puan, Facundo Castelli, comienza a transitar el tramo final de su tercer mandato frente al Ejecutivo municipal, después de su reciente y fallido intento de llegar a la Legislatura bonaerense. El lugar relegado que ocupaba en la lista de diputados provinciales de Juntos en la sexta sección electoral le impidió seguir los pasos de su antecesor y mentor, Horacio López, quien fuera intendente por tres mandatos consecutivos y senador provincial por dos mandatos, transcurridos entre 1999 y 2019.

Con la escusa de que va a dedicar “más tiempo para gestiones a nivel nacional y provincial” delega funciones centrales de su cargo ampliando su gabinete, que tiene como objetivo principal reubicar a los candidatos de su espacio político que en función de la interna y el resultado electoral quedaron fuera del concejo deliberante. Cuestión que además está directamente ligada a su futuro político, si finalmente se ve impedido a presentarse a un cuarto mandato. Los cargos creados, con sus respectivas dietas, salen de un presupuesto ultra ajustado que golpea al precario servicio de salud municipal y aleja cualquier solución a los graves problemas de infraestructura que hoy atraviesa el municipio e impide una recomposición de los salarios de pobreza que cobran la inmensa mayoría de los trabajadores municipales (el presupuesto proyectado para 2022, recientemente aprobado, es inferior a la estimación de lo ejecutado en 2021).

La afirmación de que “el municipio ha crecido mucho”, que Castelli expresa para justificar este enroque, es falsa. El distrito de Puan viene retrocediendo en todos los aspectos. Pero el proceso de despoblamiento, que ya lleva más de cuatro décadas, es alarmante. Cuestión que si no se enfrenta se retroalimenta y repercute en todos los aspectos de la vida en el distrito. Es decir, tenemos un distrito menos poblado (que ha alcanzado un punto crítico), más pobre y con iguales problemas de infraestructura, de vivienda y de trabajo como en cualquier otro lugar del país. Un cuadro sobre el cual el intendente es el máximo responsable.

Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad luchamos por la intervención directa de los trabajadores, por la apertura de las cuentas del municipio y la ejecución del presupuesto municipal bajo control de los vecinos del distrito. Por la revocabilidad de los cargos y dietas que no superen el salario de un trabajador municipal.