Políticas

13/12/2022

El “lamento” del intendente de Ensenada Mario Secco y la crisis del Frente de Todos

Coletazos del “renunciamiento” de CFK.

Cristina Kirchner y Mario Secco.

El renunciamiento de Cristina Kirchner sigue provocando coletazos y decepciones en el Frente de Todos. “Sin Cristina estamos al horno”, se sinceró el intendente de Ensenada Mario Secco reflejando el estado de ánimo reinante en el kirchnerismo después de que la vicepresidenta anunciara que desistirá de toda candidatura en el 2023. Secco sabe que si Cristina tira la toalla es porque estima más que probable una derrota del peronismo.

El intendente cristinista llora sobre la leche derramada: el cónclave del “kirchnerismo duro” en Punta Lara decidió acompañar la decisión “soberana” de Cristina Fernández y por lo tanto la retirada de la jefa. A la fecha, el “plan de acción” de los K contra la “proscripción” se limita a la concentración del 19/12 frente al Centro Cultural Néstor Kirchner en el marco de la reunión del Grupo Puebla donde CFK deberá compartir cartel con el fracasado Alberto Fernández.

La “mejor estratega”, al decir de Secco, llegará al CCK con el lastre de su renuncia como candidata y con el silencio cómplice del peronismo y/o acompañamiento de los gobiernos de centroizquierda del continente al golpe reaccionario contra Pedro Castillo en Perú. El Frente de Todos y La Cámpora siguen la lógica de Cristina y privilegian el acuerdo de Massa con el FMI dándole la espalda a las movilizaciones que están ganando terreno en suelo peruano para repudiar el zarpazo de la derecha.

El operativo “Cristina presidenta” se desinfla al compás de la crisis política, el acuerdo con el Fondo y la fragmentación del peronismo. El ultra K, Secco, fue muy claro cuando dijo en un reportaje que solo Cristina tiene la autoridad para “cobijar a todos” en el oficialismo, señal de que la cuestión central es cómo disfrazar el ajuste “nacional y popular”. Sin Cristina como árbitro, el es “con todos” prepara el terreno para que Secco y el kircherismo se sumen al “Massa presidente” que esgrimen varios intendentes pejotistas y gobernadores.

Un cristinista al desnudo

El jefe comunal sabe de lo que habla en materia de cederle a la derecha. Secco es la punta del iceberg de la Sociedad de Estado en el Astillero Río Santiago (ARS) y fue una diputada de su cuño, Susana González, quien promoviera una declaración en la legislatura bonaerense para modificar el estado jurídico de la planta naviera naval (privatización del ARS).

Pero además, el intendente “nacional y popular” apoyó el presupuesto de ajuste provincial 2022 y se dispone a hacer lo mismo con la ley de leyes 2023 y la ley fiscal del impuestazo. Es decir que Mario Secco es también un agente del pago de la deuda externa fraudulenta de la provincia de Buenos Aires. Como político burgués que recorrió todo el espinel desde el ARI de Carrió al kirchnerismo de Néstor y Cristina, Secco muerde tajadas de las cajas negras del presupuesto bonaerense. El desanimado intendente ensenadense es un beneficiario del uso discrecional de las partidas del Fondo Educativo. Las principales obras para las escuelas, reclamadas por la docencia y la comunidad, siguen sin hacerse después de casi 20 años de gestión sequista y repetidas bicicletas a los reclamos.

En su trayectoria, Secco grafica la derechización de los nacionales y populares. Saludó el nombramiento de Alberto Fernández como una jugada “genial” de Cristina, apoyó el acuerdo de Guzmán con el FMI -como lo hizo Kicillof- y, siempre que pudo, elogió a Sergio Berni blanqueando al represor de Guernica y a su compinche de La Cámpora, el “Cuervo” Larroque. Resumiendo, Secco se subió al carro de la “deuda soberana” de Kicillof, a pesar de que el gobernador reconoció integralmente el desfalco dejado por Vidal en moneda extranjera. El Presupuesto 2023 -pactado con la derecha- implica mayor ajuste y precarización laboral para garantizar más endeudamiento, incluso en dólares.

Del “operativo clamor” al “yo me borro”

La retirada de CFK es muy ilustrativa del fracaso del kirchnerismo después de tres años del Frente de Todos en el poder. Más allá del devenir que puedan seguir las roscas -especialmente en la provincia de Buenos Aires con final abierto para la reelección de Kicillof- y el futuro de una candidatura presidencial de Sergio Massa con el apoyo de Cristina Kirchner, el “operativo retirada” retrata la duplicidad del peronismo gobernante. Se pincha la impostura de una “oposición” desde adentro como correctivo del gobierno nacional.

El hundimiento del gobierno peronista arrastra a todos sus actores. Fue Cristina quien promovió la candidatura del fallido Alberto Fernández en el 2019 y la que ahora abona el terreno para que se encarame el superministro del ajuste, y “alfil de las clases dominantes”, como alguna vez lo llamara a Sergio Massa el resbaladizo dipusindical oficialista Hugo Yasky, otro que se negó a votar en el Congreso contra el pacto colonial.

El relato “opositor” encubre el ajuste de Axel Kicillof -el gobernador amigo de las burocracias sindicales- en la provincia de Buenos Aires que Mario Secco y todo el kirchnerismo consideran la reserva estratégica del Frente de Todos. No alcanza, Kicillof deberá maniobrar en el terreno minado de una provincia de Buenos Aires con un 43% de la población en la pobreza. Abriendo el paraguas, vuelve a escucharse el viejo cuento ya gastado de que el “candidato es el proyecto”. El “renunciamiento” de CFK es parte del corrimiento a la derecha de peronismo al que sus “teóricos” le reclaman que haga un ajuste estructural para que “no lo haga la derecha”.

El 15 /12 contra el presupuesto de ajuste

La movilización del 15 de diciembre convocada por el Frente de Izquierda Unidad para rechazar el Presupuesto 2023 de Kicillof y Juntos por el Cambio es un pronunciamiento político contra el ajuste y un canal de acción para todos los luchadores. Por la reapertura de las paritarias bonaerenses, contra la precarización laboral, la deuda usurera, el fortalecimiento del aparato represivo y e impuestazo, marchamos el 15/12 a La Plata.