El menemismo sigue chorreando sangre
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El ‘suicidio’ de Marcelo Cattáneo, señalado como el que hiciera efectivo el pago de la coima IBM-Banco Nación, añade otra muerte más al régimen menemista. Sin mencionar el crimen de Cabezas, la muerte de otros periodistas y el ‘suicidio’ de Yabrán, el contrabando de armas ya se cobró, él solo, 25 víctimas.
La muerte de Cattáneo sería estratégica ya que conocía el origen de los fondos de la coima y, naturalmente, su destino. Su testimonio habría sido definitivo para el pulpo IBM y para figuras cercanas a Menem y a Cavallo. Pero un régimen que se felicita, tanto en el oficialismo como en la oposición, por la absolución de un ‘pez’ como Angeloz, jamás podría estar interesado en esclarecer una estafa protagonizada por uno de los mayores pulpos internacionales. Es a este régimen al que el Chacho Alvarez le ha ofrecido un “pacto de gobernabilidad”, o sea un co-gobierno.
Tanto en el asunto IBM como en el contrabando de armas a Croacia, juega un papel destacado el gobierno norteamericano. El Departamento de Justicia y el poder judicial de Estados Unidos han estado poniendo trabas a la investigación de las coimas. Sin embargo, sus funcionarios se llenan la boca hablando de la lucha contra la corrupción. La responsabilidad que le cabe al gobierno norteamericano en todos estos delitos es una razón adicional, con seguridad la más importante, por la que Duhalde y la Alianza no abren el pico.