Políticas

27/7/2006|956

El Mercosur, Israel, Credicoop y el Partido Comunista

En una comunicación interna dirigida a sus clientes (Pymes al día, 3/7), el Banco Credicoop informa de su participación en un simposio preparatorio de la “misión comercial multisectorial a Israel” que organizará la Cancillería Argentina en septiembre. En el encuentro informativo, realizado del 22 de junio, se hizo “una reseña sobre nichos de mercado y principales rubros de interés para nuestro país en el mercado israelí”.


Estas actividades, co-auspiciadas por bancos israelíes y la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, forman parte de las reuniones empresariales que se realizan en forma paralela a la negociación del “acuerdo de libre comercio” que se apresta a firmar el Mercosur con Israel.


El banquero Heller, del Credicoop, pertenece al Partido Comunista.


Sub-Alca


El PC afirma que los tratados de libre comercio (TLC) que firman los países de la región con Estados Unidos son, para el gobierno Bush, el “sustituto del Alca” (Nuestra Propuesta, 20/7). Pero, precisamente, el acuerdo del Mercosur con Israel es una suerte de sub-Alca. La industria israelí es subcontratista de los grandes pulpos norteamericanos aerocomerciales e informáticos. Por la vía del TLC con el Mercosur, la industria subcontratista israelí (es decir, los pulpos norteamericanos) tendrá acceso “privilegiado” a los países del Mercosur. Desde aquí, Kirchner quiere vender los aviones Pampa a Israel.


El banquero “comunista” Carlos Heller, en definitiva, “auspicia” un TLC “triangulado”.


“Gigante regional”


El auspicio a esta penetración tercerizada se da exactamente cuando el PC “revaloriza” el Mercosur. Con el ingreso de Venezuela, dice el PC, el Mercosur se habría convertido en un “un gigante regional” que “plantea la posibilidad que este bloque comercial dé pasos concretos en el camino de convertirse en un espacio que contribuya a la integración de los pueblos” (ídem).


La “integración” que propicia el Mercosur no es la “de los pueblos” sino de los pulpos. Es la “integración” de las terminales automotrices, de las sojeras, de Repsol y Petrobras, de las pasteras de los grandes pulpos de la infraestructura.