Políticas

29/10/2024

El mito del “déficit cero”

Déficit oculto, más endeudamiento y mayor evasión impositiva, mientras ajustan a los trabajadores.

Gobiernan para la fuga de capitales.

“El déficit cero es innegociable”, dijo Milei luego de vetar la ley de presupuesto universitario. Pero el argumento del cuidado de las cuentas fiscales como prioridad es un engaño, usado para justificar el desfinanciamiento de la educación, la salud, los ingresos de jubilados y empleados públicos, e incluso vender empresas del Estado. En realidad el “déficit cero” es solo un “dibujo contable”; la recaudación no alcanza para cubrir los gastos y se agrega como un aumento del endeudamiento.

La “limpieza” de deuda del BCRA pasa al Tesoro

Esto explica Carlos Rodríguez, exfuncionario del Ministerio de Economía durante el menemismo, quien mencionó que hasta el gobierno de Massa para financiar el Estado se usaban Pases, Leliqs, Lebacs, que figuraba en el déficit cuasifiscal del BCRA. “Ahora pasaron la deuda del BCRA al Tesoro y se llama Lecaps”. Esas letras se pagan con más Lecaps, agregando los intereses, y no figura en el déficit financiero del Tesoro ni en el cuasifical: se inscribe como aumento la deuda pública, que se abonará con lo recaudado vía impuestos al ingresar al Presupuesto 2025.

Con esa “limpieza” del balance del BCRA la deuda del Tesoro aumentó en solo seis meses (a junio 2024) en 72 mil millones de dólares, alcanzando 440 mil millones. Este aumento del endeudamiento no computa los juicios internacionales con sentencia firme, como el del Cupón PBI (Londres); YPF (Nueva York) y otros que ya suman más de 21 mil millones. (La Nación, 16/6).

Y sigue aumentando. Durante septiembre la deuda pública pagadera en pesos se incrementó 2,7% con respecto al cierre de agosto, y la pagadera en moneda extranjera aumentó 185 millones de dólares en relación al mes anterior. Los números son de la Oficina de Presupuesto del Congreso, según datos oficiales.

La OPC agrega también que en septiembre el Tesoro colocó títulos públicos por un total de 11,774 billones de pesos, de los cuales el 90% corresponde a Lecap; y que los servicios de deuda entre octubre y diciembre próximos en moneda local se estiman en $22,3 billones y en moneda extranjera en 1.945 millones de dólares.

Una reducción de impuestos a los grandes contribuyentes

Mientras aumentan las tarifas de electricidad, gas y transporte, la inflación ha producido una brutal reducción del poder adquisitivo y está en curso una recesión económica, el gobierno reimplanta las retenciones del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores en relación de dependencia. Todo, justificándose en el “déficit cero”.

Pero para la burguesía la situación no es la misma. Se está beneficiando de una profunda reducción de impuestos, con prohibición de aumentarlos para los próximos años (lo que llaman estabilidad fiscal).

Con la rebaja de impuestos a los Bienes Personales, si el contribuyente paga los próximos cinco años por anticipado tiene una reducción de la alícuota de 1,25 a 0,45%. O sea que se pagan 2,25% por cinco años cuando antes de esta reducción se pagaba 6,25%; es menos de la mitad. El cobro por anticipado de este impuesto incrementa los ingresos fiscales presentes a costa de no cobrarlos en los próximos años, generando una caída de la recaudación futura. Eso, para dibujar que no hay déficit.

El RIGI, Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones

El régimen es una serie de beneficios a grandes inversiones de carácter impositivo: reducción del impuesto a las Ganancias, del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y a los tributos aduaneros que se pagan en concepto de derechos de exportación e importación.

Además hay otras ventajas. Se facilita el pago del IVA a través de la utilización de Certificados de Crédito Fiscal y de la transferencia del remanente de saldos de créditos fiscales. En el impuesto a las Ganancias los quebrantos podrán ser deducidos de beneficios futuros sin limitación en el tiempo, y podrán ser transferidos a terceros, lo que podría alentar a la declaración de falsas pérdidas de manera continua.

Claro que ya rigen en el país otros regímenes especiales. Actividades como la minería paga regalías ínfimas y tiene “estabilidad fiscal” por 30 años, mientras que el gobierno sigue sin tocar las exenciones impositivas y protecciones aduaneras a la industria de productos electrónicos de Tierra del Fuego, donde amasa su fortuna Nicolás Caputo, primo del ministro de Economía.

El blanqueo de Milei impulsa la futura evasión

Los que evaden “son héroes”, dijo Milei. Y el premio es perdonarles la evasión fiscal.

Con el blanqueo impulsado por el gobierno se establece una continuidad en el perdón de impuestos a los evasores. Este es el octavo blanqueo desde 1983. En el caso actual es un premio a la evasión: gratis y sin obligación de inversión alguna o en sectores determinados de los bienes declarados.

La “continuidad” de los blanqueos crea una normalización de la evasión, donde el no pagar impuestos no tiene penalizaciones de ningún tipo. El blanqueo reduce la carga impositiva de los contribuyentes con capacidad de cumplir con la imposición, y se promueve la evasión futura a sabiendas que siempre habrá un blanqueo futuro.

La disolución de la Afip

Las modificaciones anunciadas en la Afip reducen la fiscalización de los grandes contribuyentes, lo que facilitará la evasión.

Incluso se presenta como un avance el “descabezamiento” de la AFIP y la reducción de los salarios de los inspectores como un avance contra el gasto innecesario, cuando en la práctica es un incentivo a la reducción de la recaudación futura porque sin fiscalización y control será más sencilla la evasión.

La fuga de capitales y la deuda externa

El blanqueo está dirigido a los que fugaron capitales en moneda dura o compraron bienes en el exterior, evadiendo el pago de impuestos. Esa parte de la economía ha crecido hasta ser un condicionante decisivo de la economía nacional, con el crecimiento de la deuda externa.

El “déficit cero” es primero pagar la deuda y subordinar los gastos a lo que resta de recaudación. Desde allí el ajuste a los gastos en salud, educación, pago jubilados, y todas las partidas salvo la de pagos de servicios de deuda.

Un estudio de Flacso estableció el paralelo del crecimiento de la fuga de capitales desde 1976 y el aumento de la deuda externa. El endeudamiento externo (público y privado) no fue utilizado para financiar la inversión e impulsar la actividad económica, sino que se transformó en un mecanismo de formar en divisas para ser enviado al exterior. Antes de 1976 la deuda y la formación de excedentes en el exterior era inferior a 50 mil millones de dólares; desde allí hubo un crecimiento hasta alcanzar a 370 mil millones cada uno.

La burguesía impulsa la evasión y los perdones fiscales

Mientras se reducen los impuestos a los capitalistas, el Estado burgués muestra su contenido de clase con la creciente carga impositiva a los consumidores (IVA, Ingresos Brutos -y con las modificaciones se extiende hasta los medios de prensa-).

Por eso la caída del consumo, que es la forma en que se manifiesta la retracción de la actividad económica (la caída del PBI este año superará el 4 por ciento), repercute con una contracción de los ingresos fiscales.

El “déficit cero” es el engaño de una búsqueda de equilibrio fiscal para prometer que va a cumplir con el pago de la deuda, a costa de un brutal ajuste que será tanto mayor cuando más avancen en reducir la carga impositiva de las clases poseedoras de los bienes de producción.

Solo terminando con este gobierno se frenará el ajuste y reorganizará el país. Esta es la tarea de los trabajadores.