La nota “Inti: Comienza a regir el convenio sectorial”, publicada en Alternativa Socialista (Nº 479) tergiversa la realidad de manera ostentosa.

1) No dice que las asambleas que realizó ATE surgieron de la presión ejercida por una serie de autoconvocatorias. Estas le exigieron a las internas sindicales, tanto de ATE como de UPCN, que se pongan al frente de los reclamos.

2) Habla de una instancia de reclamos en la cual los gremios no solamente serían veedores. Esto no es así, ya que la “Comisión Asesora” se encuentra reglamentada por la disposición 412, donde se señala expresamente que los gremios son sólo veedores. Pero más allá de esta realidad “flexible” se encuentra otra, un tanto más rígida: la comisión es asesora del Ejecutivo del Instituto, y las observaciones que esta comisión haga tienen carácter no vinculante.

3) Se cuida de aclarar que la comisión independiente que se eligió en asamblea, a la que hace referencia, surgió como un método de control de la actividad de la Junta Interna, desprestigiada por sus recurrentes agachadas, incapaz de masificar la información y económicamente vinculada, por múltiples lazos, con la presidencia del Instituto.

4) Omite también que la resolución de asamblea planteaba que la Comisión Asesora (nueva instancia) debía tener carácter paritario, y en caso de que las autoridades desconocieran este carácter se debía llevar adelante el plan de lucha votado. La Junta Interna levantó las medidas de manera unilateral, sin haber conseguido lo planteado.

5) Al hacer mención de las mejoras que obtuvieron los compañeros más antiguos (cerca del 40% del personal), como producto del reescalafonamiento, no señala que ésta es, en parte, una actualización del salario que tuvieron congelado durante 20 años.

Es decir, si hablamos estrictamente de “aumento” salarial, sólo hemos recibido el 19,5%, firmado por la Junta Interna de ATE-Inti, que desconoció los diversos pronunciamientos de las asambleas autoconvocadas que reclamaban un aumento del 35% de aplicación inmediata.

Toda la nota es un intento de lavado de cara a la Junta Interna Verde de ATE-Inti, que es blanco de las denuncias del joven activismo que lucha por recuperar de las manos de la burocracia sus organizaciones.