Políticas

13/10/2021|1631

El Pandora Papers mostró que nos gobiernan evasores y saqueadores

Mientras más de 18 millones de argentinos son pobres.

Argentina es el tercer país con personas que más fugan capitales y evaden impuestos. Esto surge del trabajo, conocido como “Pandora Papers”, del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), difundido en los primeros días de octubre, que expone 12 millones de documentos desclasificados delatando las operaciones offshore de 35 presidentes y expresidentes, y cientos de funcionarios, capitalistas y figuras reconocidas de todo el mundo.

Este tipo de operaciones y cuentas offshore es utilizado para la evasión de impuestos y habilitar la salida de activos financieros de las economías locales, sin ser detectados. También sirven para circular fondos provenientes del crimen organizado -narcotráfico, trata de personas, corrupción, etc.- y para la adquisición de bienes de lujo. En efecto, se trata de fondos que son sustraídos de la economía “formal” y que no se realizan como capital e inversiones productivas, dando cuenta del estadío de agotamiento del actual régimen social.

Los documentos implican a unos 330 funcionarios y exfuncionarios de 91 países, de los cuales 35 son o fueron jefes de Estado y entre los que se encuentran los presidentes Sebastián Piñera (Chile), Vladimir Putin (Rusia), Guillermo Lasso (Ecuador) y Luis Abinader (República Dominicana). Entre los documentos aparecen 2.521 argentinos, con conocidos vínculos con los principales políticos patronales de nuestro país, entre ellos Mariano Macri, hermano del expresidente; Zulemita Menem, hija del fallecido Carlos Menem; Daniel Muñoz, exsecretario privado de Néstor Kirchner; y Ernesto Clarens, asociado a la familia Kirchner. También los empresarios Hugo Sigman y Marcelo Filgueiras, dueños de los laboratorios mAbxience y Richmond respectivamente, encargados de la elaboración de las vacunas AstraZeneca y Sputnik V a nivel local.

Para una economía golpeada como la argentina, con millones de pobres, se trata de una “huelga de inversiones” gigantesca, si se tiene en cuenta que estos fondos son fugados, evadiendo todo tipo de tributación y/o reinversión productiva en el país. Más cuando la política oficial consiste en hacerse de divisas a costa de mayor endeudamiento o a través de la emisión y la bicicleta financiera de letras del Tesoro, que redunda en ganancias para los banqueros y penurias para los trabajadores.

La crisis de los Pandora Papers deja de manifiesto la naturaleza de todo el régimen social y plantea a nacionalización de la banca e impuestos progresivos al gran capital, como medidas inmediatas para terminar con la fuga y el saqueo de los capitalistas. Lo que debe ir acompañado con la abolición de impuestos al consumo y el salario, en donde los Estados descargan sus políticas confiscatorias.

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